Germán Moldes sostiene que el ex presidente “conocía las acciones de la fuerza (por la Federal) o debía conocerlas y tenía todo el poder para evitarlo y no lo hizo”.
Fiel al estilo literario que lo caracteriza a la hora de apelar decisiones judiciales, el fiscal federal Germán Moldes reclamó el procesaniento del ex presidente Fernando de la Rúa en la causa por las cinco muertes de manifestantes el día de su renuncia, el 20 de diciembre de 2001.
“No se puede avalar el mito de la siesta presidencial”, argumentó el funcionario judicial en el escrito con el que pretende llegar a la Cámara Nacional de Casación Penal.
De La Rúa fue sobreseido en la causa por la sala II de la Cámara Federal, que entendió que no estuvo al tanto de lo que ocurría por esas horas en Plaza de Mayo y el Obelisco y que no tenía obligación de estarlo pese a que había impuesto el “estado de sitio”.
El ex presidente “conocía las acciones de la fuerza (por la Federal) o debía conocerlas y tenía todo el poder para evitarlo y no lo hizo”, argumentó el fiscal.
Y desvincularlo para siempre del caso, como hizo la Cámara, implica “avalar el mito de la eterna siesta presidencial de quien resulta aquí imputado”, graficó.
“La existencia de funcionarios ineficaces, los informes disfrazados sobre los acontecimientos, la existencia de reuniones para mantenerse en el cargo, no justifican en modo alguno la desvinculación del máximo responsable de la situación generada avalada por una intencionada miopía sobre los hechos”, agregó, para recordar que los televisores ese día funcionaban en la Casa Rosada, donde estuvo De La Rúa hasta que se fue en helicoptero.