El Ejecutivo denunció la existencia de un "mecanismo" que buscó "influenciar indebidamente sobre el ánimo de los magistrados al momento de resolver en aquellas causas judiciales de su interés".
Pablo Yadarola presentó un escrito por el origen de los chats. La denuncia recayó en el despacho de Julián Ercolini, quien derivó la investigación en Marcelo Martínez de Giorgi.