Sin embargo, durante el Mundial el nombre más elegido en Buenos Aires no fue el de ningún jugador, sino que coincidió con el de uno de los hijos de Messi, Mateo.
Tras ser figura en los penales contra Países Bajos y en la final contra Francia que le dio el Mundial a la Selección, Emiliano Martínez se convirtió en el hijo pródigo de su lugar natal.