El Gobierno continúa en su búsqueda de financiamiento de bancos y fondos extranjeros. El objetivo es calmar el frente financiero en medio de las dificultades para acumular reservas, reducir la brecha cambiaria del 120% y bajar el riesgo país. Mientras se demora el crédito en dólares (REPO) con bancos de Wall Street, el Ministerio de Economía también explora un mecanismo de financiamiento con China y uno con el FMI.
Respecto al primero, según fuentes del equipo de Sergio Massa una alternativa sería colocar un bono al país asiático a cambio de yuanes y con esos fondos tomar un préstamo con bancos chinos para financiar exportaciones a dicho destino. La intención es reducir el déficit comercial con China que en siete meses sumó US$ 6.582 millones, por ser el principal origen de las importaciones argentinas y el tercer destino de las exportaciones locales.
La propuesta fue deslizada por el ministro hace más de una semana en una reunión con el embajador chino, Zou Xiaoli. También insistió en la ampliación del “swap” por otros US$ 3.000 millones, algo que en verdad negociaba el titular del Banco Central, Miguel Pesce, desde febrero. “Falta la aprobación del Banco Popular de China, Pesce lo firmó, se fue demorando y se metió Massa”, señalaron cerca del ministro.