La guerra está en proceso. Inició el año pasado, cuando el mega millonario puso su ojo sobre Twitter. Desde ese entonces, y luego de comprarla, Elon Musk se dedicó a llevar adelante diferentes cambios en el funcionamiento y la estética de la red social, con el objetivo de convertirla en una empresa rentable. Algunos fueron resistidos, otros aprovechados por varios (como el pago de ocho dólares por la verificación del tilde azul) y el último es la actual gran batalla que todavía no tiene final: la cantidad de tuits al día que se pueden leer, que varía si uno es cliente que paga o no para tener un usuario registrado en Twitter.
Este sábado, la red social limitó la cantidad de publicaciones que sus usuarios pueden leer por día para proteger el funcionamiento de su plataforma, de acuerdo a lo que difundió su propietario.
A través de un tuit publicado en su cuenta oficial, Musk informó: “para abordar los niveles extremos de extracción de datos y manipulación del sistema, hemos aplicado los siguientes límites temporales: las cuentas verificadas están limitadas a leer 6000 publicaciones por día; las cuentas no verificadas a 600 publicaciones por día y las nuevas cuentas no verificadas a 300 por día”.
Una hora después añadió que el servicio se encontraba limitado “debido a la lectura de todas las publicaciones sobre límites de lecturas”.
Desde la mañana, numerosos usuarios de todo el mundo habían comenzado a reportar una caída a nivel mundial y la interrupción del servicio, lo que fue confirmado por el sitio especializado Downdetector, que capta esos problemas en tiempo real.
“Murió Twitter” fue la primera tendencia en la Argentina de la red, cuyos usuarios rechazaron de plano el límite impuesto quien el año pasado estuviera durante algunos meses en la cima de la tabla de posiciones de los hombres más ricos del planeta.
Tras las fuertes reacciones adversas, horas después Musk anunció que elevaba los topes a 8.000 tuits para cuentas verificadas, 800 para no verificadas y 400 para nuevos usuarios. Antes de cerrar el día, el empresario informó que volvía a ampliar el cupo a 10.000; 1.000 y 500, respectivamente.
¿El retroceso de Musk estuvo planeado desde el comienzo o los tuiteros y su rechazo, burlas, amenazas de mudanzas a otras redes sociales fueron quienes consiguieron que el magnate aflojara un poco su cepo inicial? Difícil saberlo, pero en las próximas horas o días el mundo podrá ver como se desarrollan los acontecimientos y ver si el dueño megamillonarios puede ganarle a millones de “ignotos” que se ríen de sus decisiones.