El vocero presidencial, Manuel Adorni, sostuvo este martes que el primer paquete de medidas económicos que anunció más tarde el flamante Gobierno tiene como objetivo “evitar” la “hiperinflación” a la que se “encamina” la Argentina, que se enfrenta a una eventual “catástrofe” para el bolsillo de la mayoría de la población.
Adorni sostuvo que “la situación es crítica”, y subrayó que el Gobierno recibe “una Argentina con 45% de pobreza y 200% de inflación anualizada, con problemas de empleo, de salario y en el comercio exterior”. Además dijo que “el Estado tamaño elefante no puede seguir existiendo”, por lo cual insistió en que “debe achicarse”.
“Todos los contratos que se firmaron en el Estado en el último año están en revisión”, y anunció en la conferencia de prensa matutina la “suspensión de la pauta publicitaria en los medios por un año”.
Al referirse a la administración pública nacional, ahondó en el concepto de “empleo militante” que había expresado en su primer contacto con la prensa el lunes: “El empleo militante es el que nace por cuestiones políticas y de caja”, y afirmó que, “quien no trabaja, dejará de pertenecer a la planta” del Estado.
El funcionario indicó que la economía se encamina a “una hiperinflación”, y remarcó que la decisión del Gobierno es evitarla. “Tenemos que desactivar las bombas o esto va a ser una catástrofe. La inflación que vamos a evitar seguramente sea mucho más devastadora que la hiperinflación de los 1989 y 1990”, aseguró.
Al referirse a la protesta social, Adorni planteó que el precepto del Gobierno nacional es que “dentro de la ley todo, fuera de la ley nada”, y subrayó que eso “se va a cumplir a rajatabla y no va a haber excepciones”.