YPF, la petrolera bajo control estatal, obtuvo en el segundo trimestre de 2022 una ganancia neta de 94.000 millones de pesos y un incremento de la producción mayor al proyectado a comienzos del año, y anunció un aumento de las inversiones, las que superarían los US$ 4.000 millones.
Pese a la mejora de los números, las acciones de la petrolera cuyo 51% está en manos del Estado argentino no logran levantar vuelo: cotizan a 4 dólares por papel en la bolsa de Nueva York, una cuarta parte de lo que valían antes de las PASO de 2019. Esto en un contexto en el que el precio del barril de petróleo se mantiene cerca de los 90 dólares, uno de los precios más altos de los últimos años.
De acuerdo al reporte que la compañía dio a conocer al mercado de sus resultados consolidados del segundo trimestre de 2022, el Ebitda (ganancias antes de intereses, impuestos y amortizaciones) de la compañía alcanzó los 1.500 millones de dólares, y aumentó en un 10% las inversiones proyectadas para este año, 50% superiores respecto a las de 2021.
Este salto económico le permitió a la empresa avanzar en la ejecución de su plan de inversiones para 2022, que pasará de los US$ 3.700 millones inicialmente previstos a poco más de US$ 4.000 millones, de acuerdo a la nueva previsión.