Escrutados el 99,63% de los votos, Luiz Inácio Lula da Silva obtuvo el 50,88%, contra el 49,12 del actual presidente Jair Bolsonaro, por lo que volverá por tercera vez al poder desde el 1° de enero próximo.
El mandatario ultraderechista consiguió remontar el resultado de la primera vuelta, del 2 de octubre, en el que el candidato del Partido de los Trabajadores (PT) y dos veces expresidente lo superó por cinco puntos.
Bolsonaro advirtió en varias ocasiones que no aceptaría un resultado adverso, por lo que se esperaba su reacción oficial, pero el Tribunal Superior Electoral (TSE) y la totalidad de los medios dan ganador al líder petista a pesar del estrecho margen.
La extrema polarización de los comicios en Brasil se materializó en una diferencia de apenas 1.800.000 sufragios sobre un total de 116 millones de votos válidos emitidos este domingo.
El tenso recuento coincidió con una jornada de denuncias contra la Policía Federal de Carreteras, que -según la presentación del equipo de Lula- buscó con sus procedimientos impedir el voto de los ciudadanos que querían hacerlo por el PT, por su sintonía con Bolsonaro.
El Tribunal Superior Electoral de Brasil (TSR) rechazó esas acusaciones y dijo que “en ningún caso” los operativos policiales perjudicaron el voto, aunque admitieron que sí pudieron demorarlo.
En las calles de San Pablo, los militantes del PT salieron a festejar apenas Lula pasó al frente en el conteo oficial, aunque ya superado el 90% de los votos se lanzaron a la tradicional Avenida Paulista con banderas y distintivos para celebrar el triunfo de su candidato.
El dos veces exmandatario entre 2003 y 2010 será el primero en acceder a la Presidencia por tercera vez, y el saliente, el primero en no se reelecto.
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