Historias. Divertidos saludos de Año Nuevo

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Por Roberto L Elissalde *

En tiempos duros, como los que nos ha anunciado el Presidente, es bueno sacar una sonrisa, y por eso nos vamos al humor político de hace un siglo. El 5 de enero de 1924 salía el primer número del año de la revista “Caras y Caretas”. En la portada en colores, un gallo de madera era enviado como regalo del presidente Marcelo T. de Alvear a su antecesor Hipólito Yrigoyen, en obvia alusión al abogado y político tucumano Vicente Carmelo Gallo, que había comenzado con éste en las lides del Partido Radical y se había pasado al antipersonalismo con Alvear. Una tarjeta al pie acompañaba el simpático presente.

En otra página unas tarjetas de saludo eran por demás ilustrativas. Antonio Sagarna, Víctor Molina y Vicente C. Gallo, ministros de Justicia e Instrucción Pública, Hacienda e Interior; saludaban a sus antecesores Celestino Marcó, Rafael Herrera Vegas y José Nicolás Matienzo respectivamente, con esta frase: “Al comenzar el año nuevo, nosotros tres saludamos a Uds. tres, pues, sin Uds. tres, nosotros no seríamos tres”.

No tuvieron buena fama los intendentes porteños. En aquellos tiempos los nombraba el presidente de la República directamente, así que don Carlos M. Noel que ejercía el cargo saludaba “a sus admiradores. Capital Federal”.

Caras y Caretas

El gobernador de la provincia de Buenos Aires, el doctor José Luis Cantilo, a su vez saludaba “humildemente a la Divina Providencia y le suplica le siga favoreciendo como hasta ahora”. Suponemos que era porque desde hacía años venía desempeñando cargos públicos, interventor de esa provincia entre 1917 y 1918, intendente de Buenos entre 1919 y 1921, cargo al que volvería entre 1928 y 1930 y luego entre 1941 y 1943, presidente de la Cámara de Diputados, lo que nos hace pensar que sus ruegos fueron debidamente escuchados por la Providencia, ya que siempre tuvo un lugar en la función pública. Claro incomparable con otros casos….

El ex presidente Hipólito Yrigoyen lo saludaba a Gallo, parece que al ministro del Interior lo tenían de punto y “felicitándolo por el honroso cargo para el que ha sido designado, tiene el gusto de ofrecerle su casa”.

El médico y político Juan B. Justo le mandó este saludo al coronel Ricardo Pereyra Rozas, designado presidente de la Honorable Cámara de Diputados, con un sugerente regalo: “Tiene el placer de obsequiarle con una campanilla que tiene sólo el mérito de haberle servido durante veinte años en la dirección del Partido Socialista”.

Lisandro de la Torre, que no había tenido muchos votos en la elección, saludaba “afectuosamente a sus correligionarios donde se hallen y a los que quedan y tiene el placer de comunicarles que seguirá atacando al gobierno radical (donde pueda)”.

Alvear se había tomado vacaciones en Mar del Plata, ciudad que mucho disfrutaba lo mismo que sus playas. Su vicepresidente, don Elpidio González, “su compañero y amigo le deseaba unas vacaciones tan largas como sea posible y en el sitio más alejado de la Casa de Gobierno”.

El ex gobernador de Córdoba, doctor Julio A. Roca -hijo del general-, se disculpaba “por haberse olvidado el lugar de su residencia que, oficialmente, tampoco existe”.

* Historiador. Académico de número y vicepresidente de la Academia Argentina de Artes y Ciencias de la Comunicación.

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