Sergio Massa les devolverá a las obras sociales unos 21.000 millones de pesos hasta fines de año. La decisión fue tomada por el ministro de Economía en las últimas horas y apunta a descomprimir la tensión con el sindicalismo, que le había advertido que “el sistema de obras sociales está al borde de la quiebra” luego del ajuste que se instrumentó en el presupuesto del Ministerio de Salud, entre otros, y que iba a determinar que desde octubre no quedara dinero en la Superintendencia de Servicios de Salud para compensar los reintegros de las prestaciones de alta complejidad y medicamentos.
De esta manera, el Ministerio de Economía inyectará a razón de 5.250 millones de pesos por mes, entre septiembre y diciembre, al Fondo Solidario de Redistribución (FSR), que se nutre del aporte de trabajadores y empresarios para pagar los reintegros a las obras sociales. No son fondos del Tesoro, sino plata del sistema sindical de salud que “Martín Guzmán tenía pisada”, deslizan en el Gobierno sin dar detalles, y que ahora Massa resolvió que vuelvan al destino que corresponde.
Los números que manejan los dirigentes gremiales tras el recorte prendieron las luces de alerta: hasta el 26 de agosto, el FDS había recaudado 16.000 millones de pesos, pero 9900 millones de pesos serán para pagar las prestaciones por discapacidad en educación y transporte y otros 7300 millones de pesos para los subsidios automáticos (correspondientes a las prestaciones de los mayores de 65 años y de los monotributistas), por lo que el saldo de ese fondo es negativo.