A partir del aumento del dólar “blue” que siguió a la renuncia de Martín Guzmán, los voceros del Gobierno nacional han minimizado el impacto que esto tiene en la economía, y una y otra vez la portavoz Gabriela Cerruti ha remarcado que sólo hay que mirar la cotización oficial porque “el blue no impacta en la economía real”.

Sin embargo, en la intimidad el presidente Alberto Fernández no oculta su preocupación ante el “salto” del dólar paralelo y considera que se trata de un “problema grave”, según lo reveló el filósofo brasileño Emir Sader, quien este lunes se reunió con el jefe de Estado en la Casa Rosada y terminó reconstruyendo parte del diálogo entre ambos.

“Alberto se apoya en que la economía ha vuelto a crecer, en que disminuyó el desempleo y en que las exportaciones aumentan”, comenzó Sader, y automáticamente agregó: “Pero sabe que los problemas graves son el dólar y la inflación, y sobre eso no tiene una solución mágica e inmediata. Nadie la tiene”.

En una entrevista que se transmitirá este sábado en el programa “Tormenta de Ideas” (8.30, Radio Nihuil) y que se publicará completa este domingo en memo.com.ar, el pensador, que pertenece al entorno del dos veces expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, agregó que si bien el culpable de la crisis sería Mauricio Macri, los argentinos acusan sólo a Fernández. “Es Macri el culpable, pero la gente lo atribuye al gobierno actual”, opinó.

Sader también confió que durante el diálogo que mantuvo con el primer mandatario, hablaron de la posibilidad de crear una moneda común sudamericana. Incluso dijo que podría ser una solución a la inflación y también para evitar depender del dólar en el intercambio regional. “El presidente se mostró muy interesado”, señaló.

Mientras tanto, este jueves la ministra Silvina Batakis encabezó una reunión del gabinete económico que duró unas dos horas durante las cuales el dólar “blue” aumentó cerca de 7% y llegó a venderse a una cotización récord de 338 pesos.

De allí surgieron dos medidas vinculadas a facilitar importaciones y a ofrecer una cotización “financiera” a los extranjeros que les permita cambiar hasta 5.000 dólares a un valor aproximado de 330.