La primera ministra del Reino Unido, la conservadora Liz Truss, reconoció los errores de su gestión para enfrentar la crisis económica pero advirtió este martes que no piensa renunciar a 45 días de haber llegado al poder en reemplazo del también controvertido Boris Johnson.
“Quisiera pedir disculpas por los errores cometidos. Quise ayudar a la gente a lidiar con las facturas de la energía, con el problema de los impuestos elevados, fuimos demasiado lejos y demasiado rápido, lo admití (…) pero no renunciaré”, declaró Truss a la cadenas televisivos de su país.
Con apenas seis semanas en el poder, Truss afronta su primera crisis de gobierno tras la renuncia de su ministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng, el pasado día 14 por su polémico plan económico, que desató duras críticas en el Reino Unido e incluso de parte del presidente de EEUU, Joe Biden, quien lo consideró “un error”.
El plan preveía una rebaja tributaria del 45 al 40% a las rentas más altas sin la disminución del gasto público, y el anuncio del programa económico provocó el hundimiento de la libra y el desplome de los bonos británicos.
Kwarteng fue relevado por el exministro de Exteriores Jeremy Hunt, que inmediatamente canceló casi todas las medidas económicas de Truss.