La construcción de un mausoleo en homenaje a Diego Maradona, donde hinchas del más grande –y turistas nacionales y extranjeros– pudieran rendirle culto comenzó a tomar forma desde el mismo 25 de noviembre  de 2020, cuando falleció en una oscura casa de un country de Tigre en condiciones físicas y ambientales que se tratan de establecer en una causa judicial, en la que hay una decena de integrantes de su último círculo íntimo imputados. Casi dos millones de personas salieron a las calles porteñas, y de todo el país, para darle una despedida que fue caótica en medio de las restricciones -violadas- de la pandemia.

La batalla judicial por su herencia y por los negocios que de su imagen derivan está en pleno trámite con internas notorias y ocultas entre sus descendientes y algunas exparejas, como tutoras de sus hijos menores reconocidos.

Por eso, cualquier movimiento de alguno de los miembros del clan Maradona es seguido con atención por los medios. Gaceta Mercantil pudo reconstruir uno de ellos, que abre el telón a un nuevo capítulo de la saga: Claudia Villafañe acudió el pasado lunes a las oficinas de la Corporación Puerto Madero Sur (CPMS) para reunirse con su presidente, el “cafierista” Fabián Brest. Ni el encuentro ni el motivo fueron revelados por esa repartición, en cuyo directorio hay representantes de Nación y Ciudad.     

Sin embargo, apenas cinco días más tarde, el viernes 9, se publicó en el Boletín Oficial una licitación pública cuyo objeto genérico la “Obra Reacondicionamiento Explanada/Escalinata del Eje Histórico de Puerto Madero” y con un pliego que tiene un costo de 250.000 pesos.

Este medio consultó a la CPMS: “Es para puesta en valor de un lugar nuestro, sin un fin determinado. Se mete gente pensando que es un lugar abandonado”, respondió una fuente. Sin embargo, otro portavoz con conocimiento del asunto aseguró que allí se levantará el mausoleo. Llama la atención el secretismo sobre el tema.

El predio se encuentra debajo de la escalinata que cruza sobre el Paseo del Bajo, detrás de la Casa Rosada y la Aduana Taylor, hasta la avenida Alicia Moreau de Justo, y continúa hasta el Puente de la Mujer, y ha sido tapiado por los cuatro costados para evitar esas intrusiones.

El diciembre del año pasado, los medios se hicieron eco de una iniciativa de los herederos de Maradona, que presentaron en la Legislatura porteña un pedido para crear en Costa Salguero un “parque público” que llevara el nombre del ídolo con un mausoleo, un museo y un monumento para rendirle homenaje.

La nota fue firmada por Sebastián Baglietto, designado Administrador Judicial de la sucesión de Maradona, y pide también el permiso para el emplazamiento de un monumento en ese espacio verde frente al Río de la Plata. “La selección y diseño del monumento en homenaje a Diego Armando Maradona y del Parque Público con su nombre surgirá de la convocatoria a un Concurso Público de Iniciativas y Proyectos, de carácter internacional”, se anticipa.

La idea generó rechazos de varias legisladoras por la negativa de Maradona a reconocer algunos de sus hijos, pero por otras razones el tratamiento se postergó para este año, aunque aún no ha sido llevada a comisiones.

“Para nosotros es un honor constituir el mausoleo para quien fue una enorme fuente de alegría popular”, dijo entonces el diputado Juan Manuel Valdés, del Frente de Todos,  pero luego afirmó que un homenaje de este tipo requería “de mayor consenso”.

A este acuerdo, en apariencia, se llegó en el último tiempo en un lugar con menos conflictos que el Legislativo de la Ciudad: la Corporación Puerto Madero Sur, donde el debate y cualquier entente no son públicos. Un mausoleo para “el Diego” en un lugar estratégico de la Ciudad, detrás de la Casa de Gobierno, es a todas luces un “negocio” político para el gobierno nacional, si se inaugura en plena campaña electoral, el año próximo; y un atractivo turístico más para la Ciudad. Todos ganan.

Brest, como se dijo, responde al canciller Santiago Cafiero; el vicepresidente de la Corporación, Facundo Suárez Lastra, proviene de la UCR; y los directores son Gabriel Monzó, hermano de Emilio, expresidente de la Cámara de Diputados durante el macrismo; el larretista Marcelo Wechsler; la “albertista” Silvia Gottero; y el kirchnerista Darío Duretti.

El 21 de septiembre se conocerá el resultado de esta licitación. ¿Seguirá habiendo misterio sobre su objeto?