El presidente Alberto Fernández adelantó que Luiz Inácio Lula da Silva viajará a la Argentina antes de asumir por tercera vez, el próximo 1° de enero de 2023, tras reunirse este lunes con el mandatario electo de Brasil en San Pablo.
Una puja por mostrarse junto a Lula se desató en el dividido Frente de Todos (FdT) desde el momento en que que se vio que el líder del Partido de los Trabajadores (PT) se imponía, por muy estrecho margen, al presidente actual, el ultraderechista Jair Bolsonaro.
El presidente Alberto Fernández viajó este lunes a Brasil para reunirse en San Pablo con el dos veces expresidente y nuevamente electo mandatario, quien este domingo se impuso en el balotaje por 50,90% de los votos contra el 49,10 de su oponente. “Es un líder como no se ha visto antes”, lo había elogiado el jefe de Estado argentino antes del encuentro.
“Me dijo que nos iba a visitar antes de asumir”, indicó Alberto Fernández en declaraciones al canal C5N y sostuvo que “con Lula tendremos un activista para que Argentina entre al Brics”, la coalición de naciones compuesta por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.
“El gas que podemos sacar de Vaca Muerta puede proveer a todo el sur de Brasil”, sostuvo Fernández, al tiempo que reveló que habló ese tema con el mandatario electo del vecino país, Lula da Silva, quien “se mostró muy interesado”.
Llamó la atención que Lula luciera una gorra con la inscripción “CFK 2023”, pero este sitio supo que se la entregó en mano el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro”, en el bunker paulista en medio de los moderados festejos.
La vicepresidenta tuiteó poco después: “Hoy más que nunca, amor y mucha felicidad. Gracias pueblo del Brasil. Gracias compañero Lula por devolverle la alegría y la esperanza a nuestra América del Sur”.
Aun con cierto grado de incertidumbre por el resultado final -a las 18 el conteo daba ganador a Bolsonaro también por pocos votos-, el “cristinismo” en pleno se dio cita en el comando electoral “petista” para darse un “baño de triunfo”, aunque propios y ajenos saben que lo único para festejar es la salida del excapitán del Ejército devenido presidente.
La reunión entre Lula y Alberto tuvo lugar en el hotel Intercontinental de San Pablo, donde el líder del PT brasileño celebró la victoria y pronunció su primer discurso como presidente electo, que asumirá el 1° de enero próximo, lo que abre un interrogante sobre la transición con un mandatario hostil con él y con el sistema. Y que no se ha expresado en ningún sentido.
Anoche, tras conocerse los resultados, el mandatario argentino felicitó a Lula por su triunfo, según informó la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti.
El Presidente ya había hablado con el ahora mandatario electo el jueves último, al cumplirse ese día el cumpleaños número 77 del exobrero y dirigente sindical metalúrgico nacido en el estado de Pernambuco, en el nordeste, y establecido desde chico en las afueras de San Pablo.
Ayer, cuando el triunfo de Lula era un hecho irreversible, el Presidente manifestó estar “muy contento de que Brasil recupere a Lula y que América Latina recupere a Lula” en declaraciones a Radio 10 y definió al ahora tres veces presidente electo como “un dirigente realmente singular e impactante, que la pasó muy mal”.
“Los brasileños llevaron a Lula al lugar en el que está hoy: es merecido y le hace mucho bien a la región, porque es un líder regional muy importante”, analizó Fernández, y sobre el vínculo entre Brasil y Argentina vaticinó que tras la asunción de Lula “será mucho más profundo y más realista y sincero”, lo que “no es poca cosa”. Y recordó que Argentina y Brasil “representan un altísimo nivel del producto bruto sudamericano”.
Fuentes oficiales indicaron que, en la conversación telefónica que mantuvieron anoche una vez conocidos los resultados de la segunda vuelta electoral, el mandatario argentino lo felicitó y Lula da Silva le dijo: “Te espero mañana (por hoy) para darte un abrazo”.