La Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) anunció este miércoles en Washington, tras la reunión de su Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), su decisión de convalidar otro incremento en su tasa de interés de referencia, en un nuevo intento por doblegar la inflación y que ha llevado ese indicador desde un rango de 0 a 0,25% hace un año hasta 5 a 5,25% en la actualidad.
Todo el ambiente que rodea a Wall Street descontaba que el organismo iba a ajustar nuevamente la tasa en 25 puntos básicos para llevar el indicador a un rango de 5 a 5,25% para los próximos meses y estiman que se mantendrá en ese nivel hasta fin de año. Es la décima suba consecutiva desde marzo del año pasado.
En el comunicado de política monetaria que acompañó la decisión se eliminó la referencia a que el Comité Federal de Mercado Abierto, encargado de fijar los tipos de interés, aún “prevé que podría ser apropiado un endurecimiento adicional de la política monetaria con el fin de lograr una orientación de la política monetaria lo suficientemente restrictiva como para devolver la inflación al 2% con el tiempo”.
Los aumentos de tasas han llevado a costos más altos para muchos préstamos, desde hipotecas y compras de automóviles hasta tarjetas de crédito y préstamos corporativos, y han aumentado el riesgo de una recesión.
El crecimiento económico sigue siendo modesto, pero “es probable que los últimos acontecimientos se traduzcan en un endurecimiento de las condiciones crediticias para los hogares y las empresas y pesen sobre la actividad económica, la contratación y la inflación”, dijo la FED.
El comunicado no garantiza que la Reserva Federal mantenga las tasas estables en su próxima reunión de junio, y advierte que “la inflación sigue siendo alta” pero el empleo sigue “creciendo a un ritmo robusto”.