El casamiento del monarca más joven del mundo con una plebeya de 21 años podría ser el punto de partida para poner fin a una tradición de siglos: la poligamia. Los festejos en un país donde se prioriza la Felicidad Bruta Interna sobre el PBI.

De la Redacción

Bhután, un país donde la monarquía quiso medir el nivel de felicidad de la gente, permaneció durante siglos aislado del mundo en medio del Himalaya y siguiendo sus tradiciones budistas ancestrales. Pero la modernidad parece haberlo alcanzado.

El casamiento del rey Jigme Khesar Namgyel Wangchuck con una sola mujer en una tradicional ceremonia celebrada en la fortaleza monástica de Punakha anuncia el fin de la poligamia en un reino donde lo normal era tener varias esposas.

De 31 años, el monarca más joven del mundo se casó con Jetsun Pema, una joven de 21 e hija de un piloto de línea.

El quinto Rey Dragón bajó de su trono dorado y le colocó a su prometida una corona de seda en la cabeza. En medio de cánticos de monjes, la novia se sentó a su lado como la nueva reina de Bhután.

El carismático Jigme Singye Wangchuck, padre del actual rey, se casó con cuatro mujeres hermanas y tuvo diez hijos. Tras la repentina muerte de su padre, llegó al trono el 2 de junio de 1974. Y con sólo 18 años, sorprendió con su discurso al momento de la coronación: \”La felicidad interior bruta es mucho más importante que el producto interior bruto\”. Y no fue un simple eslongan. Desde entonces, cada medida que se toma valora no sólo su rendimiento económico sino el nivel de felicidad que produce.

El concepto bhutanés de la felicidad interior bruta se basa en cuatro pilares: desarrollo socioeconómico; preservación y promoción de la cultura; conservación del medio ambiente; y un buen gobierno.

Con una economía basada en la agricultura, la venta de energía hidráulica a la India y el turismo, Bhután es un país altamente dependiente de la ayuda externa y con una esperanza de vida de sólo 62 años.

Pero lo importante para ellos es la felicidad. Y en una encuesta realizada hace algunos años, el 45% de la población dijo sentirse \”muy feliz\”, el 52% \”feliz\” y sólo el 3% admitió que no lo era.

Una boda esperada. El casamiento del quinto Rey Dragón causó euforia en el país, cuyos habitantes ya se mostraban ansiosos por la soltería de su gobernante, que heredó el trono hace cinco años.

La celebración comenzó a las 8.20, un horario que había sido especialmente elegido por los astrólogos reales. Con puntualidad, el monarca apareció vestido con una túnica dorada llena de flores rojas que le llegaba apenas debajo de las rodillas y envuelto en una banda amarilla real.

Con unas botas multicolores, caminó hacia el patio del monasterio del siglo XVII en la capital antigua, Punakha, y subió una escalera en el interior. Minutos después, llegó su prometida, con un vestido tradicional que le cubría todo el cuerpo y acompañada por una procesión de monjes vestidos de sotanas rojas.

Los principales clérigos del país encabezaron la ceremonia para la purificación de la pareja frente un tapiz de 30 metros con la imagen del fundador de Bután en el siglo XVII, el rey monje Zhabdrung.

Luego la pareja se dirigió al templo donde se realizó una ceremonia que fue televisada a todo el país, y que sólo fue interrumpida durante los minutos en los que el rey, su padre y el clérigo, conocido como el Je Khenpo, ingresaron en la tumba sagrada de Zhabdrung, a la que sólo ellos tienen acceso.

\”Pido al Gobierno que no planee una gran celebración. La satisfacción de mi querido padre y la bendición de nuestro pueblo me darán alegría y felicidad\”, había dijo el rey al anunciar su compromiso.

Plebeya y deportista. La flamante reina es estudiante universitaria y cursó sus estudios en la región india de Himachal Pradesh y en el Reino Unido.

Apasionada por el deporte y el arte, conoció al rey cuando ella sólo tenía siete años, durante unas vacaciones familiares.

Según el director de la Escuela Secundaria Lungtenzampa a la que asistió, era una buena jugadora de baloncesto e incluso llegó a ser capitana del equipo.

Tras la boda, los expertos creen que este matrimonio no será igual al de los anteriores monarcas.

El flamante suegro de la joven reina Jetsun se educó en Bután, la India y el Reino Unido, y estudió en la Universidad Rice en Houston, Texas.

En 1979 se casó con cuatro hermanas: Ashi Dorji Wangmo, Ashi Tshering Pem, Ashi Tshering Yangdon y Ashi Sangay Choden, que le dieron cinco hijos y cinco hijas.

La madre del actual rey es Tshering Yangdon, de 52 años, que también tuvo a la princesa Ashi Dechen Yangzom, de 30 años, y del príncipe Dasho Jigme Dorji, de 26.

Pero el quinto Rey Dragón parece forjar su propio destino, diferente al de su padre. Estudió en la Escuela Secundaria Superior Yangchenphug y luego viajó a Estados Unidos para continuar con su formación en la Phillips Academy (Andover, Massachusetts), en la Cushing Academy y en la Universidad Wheaton en Massachusetts, antes de graduarse en Relaciones Internacionales en la Universidad de Oxford.

Ahora, su esperada boda abre la expectativa sobre la posibilidad de que en Bhután se rompa con la poligamia, toda una tradición en ese \”feliz\” país asiático.