Los parisinos encienden velas y dejan poemas en los principales símbolos de la ciudad pero rápidamente son dispersados por la policía.
La plaza de la República de París es el escenario donde los transeúntes encienden velas y ponen poemas para rendir homenaje a los 129 muertos y 352 heridos en los atentados terroristas del viernes por la noche en la capital francesa.
Los policías los dejan durante unos segundos y luego les piden que no permanezcan agrupados por razones de seguridad ya que el gobierno prohibió las manifestaciones públicas, por lo menos hasta el próximo jueves.
París parece vivir en cámara lenta este sábado tras los atentados del viernes, que motivaron el cierre del Louvre o la Torre Eiffel, desconcertando a los turistas.
La “ciudad luz” amaneció “groggy”. Los andenes del metro están semivacíos y en las calles hay menos gente que de costumbre. En las grandes avenidas donde están los grandes almacenes, hay poca gente. El gran almacén Printemps permanece cerrado.
En Champs-Élysées también hay varias tiendas cerradas, al igual que los museos y salas de espectáculos públicos de la región de París, la Torre Eiffel o las principales salas de cine.
En la plaza de la Concordia, algunos turistas se sacan fotos mientras hablan de los atentados del día anterior.