Es por más de 17.000 camionetas Amarok fabricadas en Argentina y vendidas en el gigante sudamericano.
El Instituto brasileño del Medio Ambiente (Ibama) impuso una multa de 50 millones de reales (13,3 millones de dólares) a la filial de Volkswagen por haber manipulado motores diésel, anunció este jueves el gobierno.
El Poder Ejecutivo indicó también a través de un comunicado que el organismo de protección del Medio Ambiente le pidió a la automotriz alemana que presente un plan de corrección de los vehículos donde fue instalado el programa para alterar los resultados de las pruebas anticontaminación, tal como se denunció originalmente en EEUU.
Las autoridades del mayor país de Sudamérica afirmó que la multa impuesta al gigante automovilístico alemán es la máxima posible que estipula para este delito la ley ambiental brasileña.
Volkswagen, que ya reconoció haber manipulado once millones de vehículos en todo el mundo, admitió el pasado 22 de octubre que trucó 17.057 camionetas del modelo Amarok en Brasil.
La compañía germana indicó entonces en un breve escrito que los modelos de 2011 y algunos de 2012 de estos vehículos fabricados en Argentina estaban equipados con un sistema que podía “mejorar los resultados” de las mediciones de emisiones contaminantes en los laboratorios con el objetivo de hacer pasar a sus autos por más ecológicos de lo que son.
Según Volkswagen, “todos los demás productos de la marca ofertados en el mercado brasileño equipados con motores de gasolina o polycarburante Total Flex respetan las normas sobre las emisiones”.
La explosión del escándalo del fraude con las emisiones provocó un terremoto en el gigante del mercado motor, que es objeto de varias investigaciones judiciales en distintos países como EEUU, Alemania, Francia o Italia.