Fueron acusados por las muertes de 201 campesinos, entre ellos mujeres y niños, que fueron vejados y lanzados al pozo que proveía de agua la aldea Dos Erres, en Petén. Deberán cumplir 50 años de prisión efectiva. El juicio debió esperar 28 años para llevarse adelante.

Los condenados son Daniel Martínez, Manuel Pop, Reyes Collin y Carlos Carías, ahora en situación de retiro, acusados de crímenes de lesa humanidad.

La masacre ocurrió en diciembre de 1982, durante el régimen de facto del general Efraín Ríos Montt, y es considerada como una de las más feroces de la década.

Los sobrevivientes relataron que un pelotón de soldados llegó a la aldea y separó a los hombres de las mujeres y los niños. A los primeros los asesinaron después de torturarlos. A las mujeres y a los niños los encerraron en la iglesia, desde donde podían oír los gritos de los varones, que sólo cesaron con los tiros de gracia.

Posteriormente se llevaron a las mujeres, a quienes violaron, y luego a los niños, a quienes también mataron. Como fosa común utilizaron el pozo de agua que los aldeanos habían excavado. Solo algunos niños logaron sobrevivir.

Los testimonios escuchados a lo largo del juicio permiten reconstruir parte del horror. Flavio Pinzón Jerez, de 57 años, narró por medio de una videoconferencia desde México, donde se encuentra refugiado, que Manuel Pop Sun -uno de los condenados- se llevó a una niña hasta unos matorrales en las afueras de la aldea, donde abusó sexualmente de ella. \”Al cabo de 20 minutos regresó y, tras decapitarla, la lanzó al pozo\”, recordó.

Según trascendió, la matanza sería parte de la venganza de los militares, que en abril de ese año habían sufrido una emboscada que costó la vida a 21 soldados.

El juicio a los responsables de la matanza tuvo que esperar 28 años. En primer término, porque hubo que aguardar el fin de las dictaduras militares, en 1985, y a la firma de la paz, en diciembre de 1996, para \”atreverse\” a iniciar un juicio contra los militares. También contribuyeron al retraso las tácticas dilatorias de los abogados de los uniformados.