Con la participación de la célebre actriz Jane Fonda, esta comedia familiar, que apela al chiste fácil y a los giros inesperados de guión, intentará sorprendernos y hacernos reír.
Haciendo uso de una clásica comedia familiar y, más precisamente, de aquellas donde la familia se reúne por alguna situación particular, como un funeral o un casamiento, Shawn Levy, director de “Una noche en el museo”, nos trae: “Hasta que la muerte los juntó”, una tópica y bastante poco ingeniosa propuesta, que sinceramente no aporta demasiado al género ¿Por qué? Se los cuento a continuación.
La cinta comienza cuando la muerte del patriarca de la familia congrega por primera vez en muchos años al clan de los Foxman. Siguiendo la tradición judía, los Foxman deberán permanecer en la casa familiar siete días y siete noches. Allí empezarán a salir a la luz viejas pasiones y rencores del pasado, ocultos durante años.
Dichos enredos emanan de un nutrido aunque dispar elenco, con actuaciones que van desde lo correcto hasta lo inverosímil, donde quizás podríamos destacar a una veterana Jane Fonda, quien intenta hacer gala de su experiencia como actriz, aún teniendo que luchar con el capricho del director de filmar continuamente su busto, apelando todo el tiempo al chiste fácil que, por repetido, deja de ser gracioso.
Y es que uno de los problemas del film se encuentra justamente ahí, Levy y compañía parecen no tener demasiado sentido de la comedia y abusan de situaciones por demás redundantes dentro del género, con personajes estereotipados y supuestos giros inesperados de guion que están lejos de sorprender a nadie.
No conforme con esto, por momentos la cinta intenta proponer cierto tono dramático apelando a las diferentes frustraciones de los hermanos Foxman, y aquí aparecen: la imposibilidad de tener hijos, la inmadurez emocional, el adulterio, el divorcio, etc.
El problema es que todos estos temas superpuestos y mal desarrollados, terminan por transformarse en un palimpsesto audiovisual insufrible, incluso para una película de poco más de 90 minutos de duración.
“Hasta que la muerte los juntó” es una intrascendente y poco imaginativa película que intenta tanto emocionar como hacer reír al espectador pero, lamentablemente, no logra ninguna de las dos.