Se registraron 22 pequeños sismos en doce horas en todo el país, pero por ahora ninguno afectó a la Ciudad Eterna, como anunciaba una profecía.

Una veintena de pequeños terremotos afectó hoy (miércoles 11) a distintas ciudades de Italia, pero ninguno alcanzó hasta el momento a Roma, que vivió una jornada particular por el vaticinio de que podría resultar destruida por un fuerte sismo.

El horario clave era las 16.45, el momento exacto en que los seguidores de la profecía del sismólogo Raffaele Bendandi -muerto en 1979- establecían el terremoto.

Pero aunque a esa hora todo se sucedió con normalidad, miles de personas abandonaron Roma por temor a que se cumpliera la fatal profecía. El barrio chino se vació y se calcula que un 20% de los habitantes no asistió al trabajo y evitaron ir a clases.

Aunque las autoridades italianas insistieron en que los terremotos no se pueden predecir, el recuerdo del terremoto en Aquila, a 100 kilómetros de la capital, el 6 de abril de 2009 y que causó 308 muertos, sigue vivo en Roma, donde se sintieron algunas réplicas.

De acuerdo con datos de la asociación de agricultores Coldiretti, se registró un aumento atípico del número de reservas de habitaciones en casas rurales de los pueblos aledaños a la capital italiana. Lo mismo sucedió con hoteles y restaurantes de las afueras, que registraron un elevadísimo número de clientes.

Es que desde hace meses corría la voz de que el 11 de mayo de 2011 Roma se vería sacudida por un terremoto que no dejaría nada en pie. Según la leyenda, Bendandi depositó en 1931 en la Academia Pontifica de las Ciencias un sobre con varias predicciones que abarcaban hasta el año 2025. Entre otras, que un terrible terremoto destruirá Roma el 11 de Mayo de 2011.