Fotografía – exposición en Recoleta: Simplemente, Doisneau

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Se inauguró en la Sala Cronopios del Centro Cultural Recoleta una muestra del consagrado fotógrafo francés.

Por Nanu Zalazar

En el marco del tándem París-Buenos Aires 2011 y con curaduría de Agnès de Gouvion Saint-Cyr, se presentan 137 fotografías originales del fotógrafo francés mundialmente conocido por su famosa foto titulada \”El beso de l\’Hotel de Ville\”, que muestra de forma misteriosa una pareja besándose frente al ayuntamiento de París.

Muchos pensaron que era una foto espontánea que el autor había tomado en las calles parisinas. Sin embargo, años después se supo que la pareja eran dos estudiantes de teatro pero sería el inicio de su serie de besos.

En 1993, \”El beso…\” fue llevado a juicio ya que una pareja afirmaba haberse reconocido en la imagen y reclamaban su porción del pastel. Por aquel entonces, empezaron a aparecer mujeres y hombres asegurando ser los amantes de la obra y planteando demandas de derecho de imagen y aquella mentira que hacía creer que era una instantánea improvisada no pudo mantenerse.

El fotógrafo ganó el juicio al presentar como prueba la serie completa de fotos tomadas en distintos puntos de París con la misma pareja. La había encontrado en un café cerca de la escuela de teatro y les había propuesto posar para la foto. Françoise Bornet, la protagonista real de la foto, junto a su novio de entonces, Jacques Carteraud, decidió descubrir su secreto: quería un porcentaje de las ganancias.

Otra vez Doisneau ganó en los estrados judiciales: pudo probar que había pagado el trabajo de Bornet y su compañero. La pareja vendió la copia de su foto que les regaló Doisneau a un coleccionista suizo, que pagó por ella 155.000 euros en 1992.

En el convulsionado contexto de entreguerras, Doisneau recibe lecciones de litografía y grabado. Luego se acercaría de un modo autodidacta a la fotografía y durante los años \’30 trabajaría como fotógrafo publicitario e industrial en Renault, hasta que lo despiden por sus repetidas ausencias. Según él mismo, desobedecer le parecía \”una función vital y no me privé de hacerlo\”.

Luego de esta experiencia su sensibilidad se orientaría a la fotografía artística. Se enlista en la resistencia francesa hasta 1940 y allí realiza tomas que hoy forman parte de la memoria visual de la Segunda Guerra Mundial. Trabaja junto a Henri Cartier-Bresson y Robert Capa durante la postguerra y colabora en varias agencias fotográficas, donde conoce y retrata a grandes personalidades de la cultura europea. Lo contrata la revista Vogue, pero al mismo tiempo fotografía personajes de la vida cotidiana parisina.

La muestra en el CCR ofrece un amplio panorama de su obra y destaca su mirada humanista sobre los suburbios y su gente, los niños, la guerra, el París de la posguerra y también los besos.

Doisneau nació en Gentilly, una comuna en los suburbios de París donde la ciudad se encuentra con el campo. Entonces la capital francesa le ganaba terreno a las afueras impulsando radicales evoluciones de lo urbano y de la vida cotidiana.

La muestra fue dividida en partes: la primera es sobre la idea de la liberación con la necesidad de sobrevivir en una ciudad que carecía de viviendas por los bombardeos de la II Guerra, y con la llegada de los campesinos a la ciudad. Doisneau fotografía una franja entre la ciudad y el campo llamada \”la Zona\”.

Doisneau tenía empatía con la gente y en particular con la gente simple. En la segunda parte de la muestra se ve su visión sobre los niños de los suburbios.

Agrega Agnès de Gouvion Saint-Cyr: \”En la tercera parte los suburbios van cambiando, los descampados dejan paso a los jardines de la pequeñas casas junto a grande edificios. En otra serie se muestra otro de los grupos por los que Doisneau tenía empatía: las personas que trabajan de noche, en particular los del mercado. Otras personas que al fotógrafo le gustaba retratar eran los pobres, los vagabundos, los mendigos y sobre todo los que trabajan en cafés. También a quienes visitaban cafés, boites y burdeles\”, ejemplifica la curadora.

En otro tramo de la muestra, se exhiben los retratos para la revista \”Life\” de recién casados en situaciones graciosas.

Otra serie en la que muestra su sentido del humor y esa capacidad de congelar el instante es en las miradas de quienes se paran frente a una vidriera donde hay una pintura con un desnudo femenino en una vidriera de un anticuario.

En otro sector de la muestra hay una serie de imágenes muy elaboradas que también remiten a los temas que siempre le interesaron a Doisneau, como el amor de los niños y las imágenes de París, y la serie de los tatuados \”para quienes los dibujos que portaban representaban la personalidad de esas personas\”, según ilustra la curadora parisina.

También hay retratos de personalidades célebres como Pablo Picasso, Colette o Jacques Prevert. Aunque su legado son los retratos de personajes en un ámbito cotidiano, \”mi foto es la del mundo tal y como deseo que sea\”, escribió Dosineau, quien el 25 de septiembre de 1993 tomó su última foto. Murió el 1° de abril de 1994 a los 81 años.

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