Las últimas actas de las reuniones del Comité Federal del Mercado Abierto (FOMC) de la Reserva Federal de Estados Unidos permitieron conocer que existe un consenso entre los miembros sobre la secuencia de los instrumentos para la retirada de los estímulos monetarios: primero, terminar con la reinversión de los montos vencidos; luego, subir las tasas e iniciar la venta de los activos en balance. Pero lo que también dejó entrever fue la falta de consenso sobre el momento de iniciar esos cambios. Algunos apuntan a que los riesgos de inflación podrían adelantar el momento esperado. Sobre fechas, no antes de septiembre, según palabras del titular de la Fed, Ben Bernanke, y con presiones menores para comenzar hacia finales de 2011 (la visión de James Bullard, de la Fed de St Louis). Por el momento, el mercado (vía dólar y tasas) no cuenta con subas de tipos hasta el 2012. Aunque no puede soslayarse que se conocieron nuevos datos de la economía norteamericana que apuntan a una clara desaceleración.
¿Qué más dijeron las minutas de la Fed? Indican que sus integrantes debatieron exhaustivamente las diversas estrategias para la salida de la política monetaria extraordinaria iniciada tras la crisis de 2008. Los integrantes del FOMC coincidieron en una serie de principios generales que guiarán la toma de decisiones en materia de normalización. El FOMC también cree que el objetivo final es una reducción de la System Open Market Account (SOMA) hasta un punto en que las tasas de los fondos federales vuelvan a ser el principal instrumento de una política activa. Eventualmente, la SOMA mantendrá sólo valores del Tesoro de EE.UU., lo cual implica que, en algún momento, los títulos de los organismos públicos se venderán. Además, el FOMC cree que las ventas de activos deberían comunicarse al público con antelación y, posiblemente, vincularse a las condiciones económicas. Prácticamente todos los participantes convinieron en que un primer paso para la normalización sería el fin de las reinversiones en capital de los ingresos procedentes del vencimiento de los valores de la SOMA. En términos generales, la Fed no tiene prisa por aumentar las tasas de interés como consecuencia del exceso de recursos ociosos, aunque cada vez está más centrada en la evolución de los indicadores de las expectativas de inflación. Debido a la incertidumbre respecto a la sostenibilidad de la recuperación, el momento de aplicar las acciones políticas (la normalización del balance en concreto) dependerá de la evolución de los datos en el verano boreal. En el mercado siguen apostando que un primer aumento de tasas vendría recién en marzo de 2012.