Pedro, Messi y Villa anotaron para los \”blaugrana\” en Wembley. Y Rooney descontó para el equipo inglés, cuyos jugadores fueron once espectadores más. Es la cuarta Champions que gana el club catalán en su historia. Mirá las fotos.

Lionel Messi se puede quedar tranquilo, al menos en lo que respecta a su trayectoria como jugador del Barcelona. Esta tarde aportó un gol y una docena de jugadas de su hechura para permitir que su equipo, el Fútbol Club Barcelona se alzara por cuarta vez en su historia con la Champions League al vencer en el estadio de Wembley al local, Manchester, por 3-1.

Los dirigidos por Guardiola mostraron una vez más que están un escalón por encima del resto y, salvo los primeros diez minutos, en los que los muchachos de Ferguson salieron a matar o morir, los restantes 80 minutos de juego tocaron una sinfonía futbolística que tuvo a los jugadores del Manchester como espectadores.

A los 26 llegó el primer gol del Barcelona, que anotó a través de Pedro y tras un pase milimétrico de Xavi, el gran capitán.

Siete minutos más tarde, en una jugada elaborada, los \”Reds\” empataron por intermedio de Rooney. El empate no era justo pero el monólogo del equipo catalán continuó.

Apenas comenzado el segundo tiempo fue Messi el que, en su tradicional recorrido desde la derecha y al centro del ataque, usó a un defensor para tapar la salida de su fuerte y rápido remate, que no pudo ser detenido por Van der Zaar, el arquero holandés del Manchester. Era el 2-1 y el comienzo del final para los locales.

El gol derrumbó al equipo inglés, que pareció contentarse con perder por la mínima diferencia y nunca encontró la manera de quitarle la pelota al Barça, que controló el balón durante el 65 por ciento del encuentro.

Con un trabajo sin fisuras de Xavi e Iniesta, y la extraordinaria seguridad del otro argentino en el campo de juego, Mascherano, los \”catalans\” fueron construyendo un partido memorable.

La tercera anotación barcelonesa llegó del pie de Villa, quien conectó de manera sobervia un pase de Pedro y la clavó en el ángulo izquierdo del arco contrario.

Al final del partido, Messi -que nunca había marcado en las islas británicas- se abrazó con sus compañeros y en el centro del campo y con su madre, a quien le regaló el último trofeo por equipos que le faltaba. Para ser el más grande de la modernidad del fútbol sólo le falta coronarse campeón del mundo con su selección, la argentina.

En el partido de ida, el Barcelona derrotó al Manchester en el Camp Nou por 1 a 0 con gol de Pedro.