Así lo reveló una encuesta, respecto de los locales que asistieron al partido por octavos de final entre Brasil y Chile.
La mayoría de los brasileños que van a los estadios en la Copa del Mundo son blancos, ricos y descontentos con el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, reveló una encuesta publicada este domingo en el diario Folha y realizada en el Brasil-Chile del sábado.
La encuesta Datafolha hizo una radiografía de los hinchas que asistieron al partido de octavos de final entre las dos selecciones sudamericanas: 75% eran hombres, 67% se declararon blancos y 90% de clases acomodadas.
El 60% de los entrevistados declaró tener ingresos bien superiores a 10 salarios mínimos.
“La clase media brasileña que ascendió (con el gobierno del Partido de los Trabajadores en el poder y el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva) está muy poco representada en el estadio”, donde solo 9% de los ingresos estaban en manos de hinchas de la llamada clase C, clase media o media baja, que representa el 49% de la población en Brasil, revela el rotativo.
El perfil contrasta con el de la población brasileña, un país con 200 millones de habitantes y más de 50% de afrodescendientes.
El 55% consideró la gestión del gobierno de Rousseff malo o pésimo, casi el doble de los que declaran lo mismo entre la población general: la última encuesta Datafolha de junio indicaba que 38% consideraba el gobiero regular, 33% bueno o muy bueno y 28% malo o pésimo.
Aún con todas esas reservas, el 61% de los hinchas entrevistados deploraron los insultos proferidos a la presidenta en la inauguración del Mundial, el pasado 12 de junio, en el partido que enfrentó a Brasil y Croacia en el estadio de Sao Paulo.
Miles de hinchas le gritaron a la presidenta “vete a tomar por c…”, lo que levantó una fuerte polémica en el país, y que algunos atribuyeron a insultos de “clases altas” descontentas con el gobierno.
Para la encuesta, Datafolha entrevistó a 693 hinchas en el estadio, con un margen de error de 4 puntos porcentuales.