Es la primera vez en más de 100 años que conservadores o laboristas no ganan unas elecciones. Esto los obliga a posicionarse más enérgicamente en temas como la inmigración o la Unión Europea de cara a las legislativas del 7 de mayo de 2015.

LONDRES (AFP) – La victoria del UKIP en los comicios europeos en el Reino Unido obliga a laboristas, conservadores y liberales a posicionarse más enérgicamente en temas como la inmigración o la Unión Europea de cara a las legislativas del 7 de mayo de 2015.

Es la primera vez en más de 100 años que conservadores o laboristas no ganan unas elecciones, desde que en 1910 los liberales de Herbert Henry Asquith se impusieron en las legislativas.

No es la economía, estúpido. La desazón era palpable el lunes entre los conservadores, el partido del primer ministro David Cameron, que cayó al tercer lugar de las preferencias de los electores por detrás del Partido para la Independencia del Reino Unido (UKIP) y los laboristas de la oposición.

El electorado no pareció tener en cuenta ni la caída del desempleo, ni el regreso del crecimiento económico, ni los gestos de Cameron hacia el ala más euroescéptica de su partido, como la promesa de convocar un referéndum de salida de la Unión Europea en 2017.

Los conservadores podrían morir de éxito, porque la buena situación económica ha contribuido a atraer más inmigrantes y, paradójicamente, a dar aire al UKIP.

El mismo día en que los británicos votaban en las elecciones europeas, la Oficina Nacional de Estadística revelaba un aumento “estadísticamente significativo” de la inmigración procedente de la Unión Europea: 201.000 en el conjunto de 2014.

El saldo migratorio neto -inmigrantes menos emigrantes- fue de +212.000, un salto respecto a los +177.000 del año anterior, y muy por encima de la cifra de 100.000 a la que Cameron había prometido reducir la migración.

En las filas conservadoras abundaban los “ya te lo dije”.

“Algunos de los que nos opusimos hace 20 años al tratado de Maastricht”, el más integrador de la UE, “ya avisamos que llevaría a un ascenso de la derecha en la UE: aquí estamos”, escribió en twitter este lunes el diputado conservador Bernard Jenkin.

“Bueno, parece que todos los que dábamos la lata sobre Europa teníamos razón”, lanzó otro euroescéptico conservador, Douglas Carswell.

Cameron dijo este martes haber captado el sentido de los resultados de las europeas: “La gente está muy decepcionada por la UE, quieren un cambio y, por lo que a mí respecta, el mensaje ha sido recibido y entendido”.

El primer ministro rechazó frontalmente colaborar con el UKIP, un partido “que quiere destruir a los conservadores y no aliarse con ellos”.

Agarrar al toro por los cuernos. De la misma opinión que Cameron son los dirigentes laboristas, que ignoraron al UKIP durante la campaña con la idea de que el partido de Nigel Farage era un problema de los conservadores.

Al menos eso es lo que le reprocharon desde sus filas al líder Ed Miliband cuando empezó a verse claro que el UKIP se había incrustado en feudos laboristas como el norte de Inglaterra, Gales e incluso Escocia.

El exprimer ministro laborista Tony Blair avisó contra la complacencia pero también contra cualquier tentativa de acercamiento al espacio político de Farage.

“Tenemos que preocuparnos porque un partido como el UKIP gane las elecciones europeas, sería de tontos no hacerlo. Pero por otra parte tenemos que defender lo que es correcto y bueno para el futuro del Reino Unido”

“Debemos tener el coraje y el liderazgo de levantarnos y enfrentarnos a esta gente. Al final, su ideología y filosofía no tienen nada que ofrecer a la gente”, sentenció.

El exministro y diputado laborista Frank Field coincidió en que Farage es un gran peligro para los laboristas.

“La mayor amenaza del UKIP es al laborismo”, escribió en su blog.

“Si perdemos” en las legislativas del 2015, “después de que el país haya sufrido la peor recesión de la historia, podríamos ver parte de nuestro voto trasladarse definitivamente” al UKIP.

“Para gran parte” del electorado de Farage, los laboristas “ya no representamos sus intereses”, añadió.