La acumulación de dólares está en la base de la política monetaria de la titular de la entidad, Mercedes Marcó del Pont, según lo aseguró cuando el Central superó los 50.600 millones. Pero, ¿cómo lo hace?
Las reservas del Banco Central superaron esta semana los 50.604 millones de dólares y superaron el récord de comienzos de 2008, previo a la crisis financiera que comenzó en Estados Unidos y se desplomó sobre Europa.
La presidente de la entidad, Mercedes Marcó del Pont, aseguró que “la acumulación de reservas internacionales es un pilar del modelo macroeconómico de la Argentina” ya que estos fondos “hicieron posible sostener a lo largo de siete años una política de tipo de cambio competitivo que ha estimulado el crecimiento, el desarrollo del mercado interno y el empleo”.
Se puede estar a favor o en contra de esta decisión de política monetaria, pero que el Central acumule reservas comprando en el mercado todos los dólares que sobran no es neutro. Para hacerlo y que las compras no generen inflación, emite distintas letras de corto plazo a un interés del 14 %: ¿quiénes las compran? Los bancos del sistema, quienes a esa tasa –naturalmente- no ven incentivos para prestarle a sus clientes y así el sistema se “seca” de crédito.
Esta situación ha sido admitida por varios economistas, y no precisamente por profesionales vinculados a la City, pero de esto se habla poco porque no conviene.
En la crisis de 2001, los bancos se llenaron de bonos nacionales y provinciales y pasaron años hasta que pudieron sanear sus carteras. Esas tenencias llegaron, incluso, a ser una amenaza a los dueños de algunas entidades de capitales locales. Tuvieron al Estado adentro.
Hoy, los mismos bancos debieron dejar que la Anses se quedara con parte de sus acciones, las que estaban en manos de las AFJP, pero el Estado no designó directores. Una mirada simplista vería una suerte de compensación pero no, no hay tal. La cuestión es bastante más compleja. Mientras tanto, es mucho mejor negocio prestarle al Central al 14 que a los clientes. Y en el último año, la deuda del BCRA en pesos pasó de 34.000 a 54.000 millones. Otro récord.