Es por la operación de CFK y analizan que Boudou \”no representa como hace dos años la continuidad política del modelo\”.
Con más opinión que análisis e información, la prensa uruguaya de hoy (martes 8) se centra en la ausencia de Cristina Fernández de Kirchner debido a su operación y critica lo que considera una “debilidad política”: su entorno.
Así lo hace “El Observador”, habitualmente interesado en lo que ocurre de este lado del Río de la Plata. “Si Cristina se sentía agotada y presionada después de haber recibido un espaldarazo electoral con el 54% de los votos –dice ese medio- es inevitable la pregunta de cómo se sentirá ahora, cuando enfrenta una etapa de decadencia política y turbulencia económica”.
El hecho de que el vicepresidente haya quedado a cargo de la Presidencia merece también un párrafo aparte. “no es igual la situación del reemplazo. Hace dos años, Amado Boudou simbolizaba la continuidad del modelo y una total simbiosis con la Presidenta. No sólo contaba con las dosis de lealtad y conocimiento técnico, sino que hasta caía bien a los empresarios, que confiaban en un economista acompañando en las decisiones importantes”, publica “El Observador”.
Y agrega: “Boudou ya no es más el simpático e informal economista que toca la guitarra junto al grupo La Mancha de Rolando. De inofensivo ladero de la presidenta pasó a convertirse en la peor pesadilla del kirchnerismo, al punto que el aparato peronista no le disimula la escasa simpatía, por más que formalmente hoy sea el Presidente”.
Más virulento es “El País”. “Otra vez la sombra del vacío de poder”, titula. Luego, realiza una desagradable comparación: “Cada vez que un líder fuerte decae, en Argentina ocurren cosas muy desagradables hasta que otro por fin toma la posta. Sin ir lejos muy lejos: la decadencia de Isabelita Perón fue larga hasta que fue destituida en 1976 por los militares”.
“Ahora Cristina Fernández, quien toma todas las decisiones de importancia, yace en la Fundación Favaloro en espera de una intervención quirúrgica en el cráneo”, sostiene “El País”.
Y sostiene que el impacto de la ausencia de la Presidenta en la campaña electoral “tendrá un impacto inmensurable”.