“La caída del suministro ruso exige esfuerzos para reducir la demanda de la UE y prepararse para un duro invierno”, advirtió la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Fatih Birol.
Por primera vez en la historia, la Unión Europea (UE) importó más gas natural licuado (GNL) vía buques que gas directamente a través de gasoductos por Rusia.
El recorte de gas ruso por las sanciones de Occidente a Moscú tras su invasión a Ucrania, más las represalias del Kremlin por dichas sanciones, provocó este cambio en el flujo del combustible que motoriza la industria europea y calienta los hogares, que recibieron una advertencia.
“La caída del suministro ruso exige esfuerzos para reducir la demanda de la UE y prepararse para un duro invierno”, sostuvo el director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Fatih Birol.