Los feriados por el pase a la inmortalidad de Martín Miguel de Güemes y de Manuel Belgrano han dado pie a este artículo sobre un libro de poesía de Federico García Hamilton.
Un poco en broma circuló estos días un dibujo de bella factura de Manuel Belgrano y Martín Miguel de Güemes abrazados, que auspiciaban este largo fin de semana. Lo cierto es que ha servido para leer un pequeño volumen de Federico García Hamilton titulado “Romance de las tradiciones salteñas”. ¿Qué mejor en estos días en que Salta recordaba al máximo héroe de su provincia, tres días después al general Belgrano, cuyo triunfo el 20 de febrero de 1813 en la batalla de Salta, hasta ha dado nombre a uno de los clubes tradicionales de la ciudad?
El autor es tucumano, como habrán advertido los lectores, al leer ese apellido que ha dado no poco lustre al periodismo en aquella provincia, y se titula “ingeniero de profesión y poeta por vocación”. Fue escrito hace años para presentar en un concurso literario organizado por una editorial salteña y reconoce en las palabras de presentación el destino común de su provincia y la que merece estos versos. Y bien señala que no hace falta ser nativo de un lugar para dedicarle su canto, y como ejemplo señala a Atahualpa Yupanqui o al “Chango” Rodríguez que le compusieron zambas emblemáticas para nuestro folklore, o a Jaime Dávalos, que como pocos le cantó al río Paraná.
En la introducción el autor avisa: “Hablaré de los poetas / La música y el folklore / De Güemes, de su legado, / Del gaucho y de sus valores”. En La Gestación recuerda aquellos valles que pocos argentinos conocen en los que pastaban miles de mulas que eran el gran medio de carga: “Más de sesenta mil mulas / Se vendían por año allí / Y después se las enviaban / En arreos, a Potosí”. Su lectura me trajo a la mente los grandes criadores que eran los padres jesuitas en Córdoba y Francisco Candioti en Santa Fe.
Los cantores y poetas son evocados con los nombres de Juan Carlos Dávalos “y sus hijos, y algún nieto”, Abel Mónico Saravia, Manuel J. Castilla, César Perdiguero, el “Cuchi” Leguizamón y Eduardo Falú. No falta la mención a Juan Alfonso Carrizo, vecino de San Isidro, que recogió por los ranchos y los pueblos los cantares de la tradición “hurgando versos antiguos” y ha sido magníficamente estudiado por la académica Olga Fernández Latour de Botas.
Todo el libro se lee de un tirón y está precedido por un meduloso estudio del escribano Mariano Coll Mónico, que ha presidido la Agrupación Tradicionalista de Salta Gauchos de Güemes. Y qué mejor que destacar de García Hamilton unos versos que le dedica: “Para hablar del gaucho en Salta / -Tradición qe nunca muere-, / Hay que recordar quien fue / Don Martín Miguel de Güemes. / Gobernador por seis años / De la Intendencia de Salta / Con Belgrano y San Martín, / También “Padre de la Patria”.
Este volumen fue ilustrado por cuatro destacados artistas plásticos que rescatan con su talento en cuadros y viñetas nuestros paisajes, personajes y costumbres: Ricardo Alberto Aguirre, Roberto Ignacio Balbiani (h), Carla Coll D´Onofrio y Roberto Miguel Dávalos.
García Hamilton es, además, autor de otros libros: “Sentires” y Pinceladas del Alma”; y de más de 60 letras de canciones folklóricas, algunas de las cuáles integraron un CD. Es también autor de la letra de la cantata “El prócer olvidado” sobre Bernabé Aráoz, que sin duda pondrá al homenajeado a la altura de otros grandes como el general José María Paz, cantado por Carlos Di Fulvio.
Martín Alemán, José Escudero, Antonio R. Villar, Roberto Guzmán y Julia Elena Dávalos, entre otros, comentan esta obra que como bien señala Coll en el prólogo, al unir la Patria con la Virgen del Milagro, a la que invocaron Güemes y Belgrano, como aquellos gauchos es “un regalo de pura fe que toca a cada uno en sus fibras más íntimas”.
* Historiador. Vicepresidente de la Academia Argentina de Artes y Ciencias de la Comunicación