Declaradas monumentos históricos nacionales en 2010, la obra de restauración fue costeada por el Estado nacional a través del ministerio de Obras Públicas.

El pasado 28 de mayo, y ante una numerosa concurrencia, se realizó la ceremonia de reapertura de las capillas de responsos de los cementerios alemán y británico de Buenos Aires, en Chacarita, declaradas monumentos históricos nacionales en 2010 y cuya obra de restauración fuera costeada con fondos aportados por el Estado nacional a través del ministerio de Obras Públicas.

Las obras incluyeron, también, la puesta en valor del pórtico de la necrópolis alemana proyectado por el arquitecto húngaro Juan Kronfuss.

Los trabajos demandaron poco más de un año y fueron adjudicados por licitación pública tras una tramitación administrativa de parte de ambos cementerios que duró ocho años y que atravesó, hasta su conclusión, tres gestiones de gobierno al frente del Poder Ejecutivo Nacional.

“Aún cuando, por momentos, todo el trámite parecía quedar en la nada, no perdimos la esperanza de lograr este objetivo tan importante para ambos cementerios y para la comunidad, que puede visitar nuestros monumentos como parte del patrimonio de los argentinos”, señaló Matías Storni, gerente del Cementerio Alemán, quien recalcó que el servicio que esa institución viene prestando como “Deutscher Friedhof” se remonta al primer enterratorio protestante de Buenos Aires, inaugurado junto con ingleses y estadounidenses en 1821 en el barrio de Retiro.

La idea y el liderazgo de este proyecto se deben al patrimonialista Oscar De Masi, quien contó con el apoyo de ambas gerencias de los cementerios, del licenciado Peter Becker, de la CEABA, y la colaboración del arquitecto Rubén Otero para la primera propuesta de intervención, a quien se sumó, luego, la arquitecta Marcela Fugardo para la supervisión de los trabajos por parte de ambos cementerios.

Por su parte, los pliegos técnicos para la licitación de las obras fueron preparados por un equipo de la Dirección Nacional de Arquitectura a cargo del arquitecto Guillermo Frontera, secundado por las arquitectas Silvia Moscardi, Diana Meyer y Blanca Rinaldi.

De Masi expresó que la clave del éxito del proyecto fue, sin duda, junto al apoyo permanente de parte de la Congregación Evangélica Alemana en Buenos Aires y el “board” de la Corporación (hoy Asociación) del Cementerio Británico, la persistencia en el seguimiento del trámite burocrático y el esfuerzo de convicción de cada nueva gestión que llegaba al Ministerio de Obras Públicas.

Agregó que “las autoridades que asumieron sus cargos nacionales en diciembre de 2019 comprendieron de inmediato lo virtuoso del proyecto en favor del patrimonio de la diversidad religiosa y funeraria, y dieron las señales de necesaria continuidad en materia de gestión estatal de la agenda de la obra pública, llamando a licitación, adjudicando la obra e inspeccionando las tareas  en todo su desarrollo”.

En efecto, un equipo de arquitectas de la Dirección Nacional de Gestión de Obra del ministerio de Obras Públicas, coordinado por Mariana Quiroga y Flavia Rinaldi, tuvo a su cargo la tarea de inspección permanente. 

La ceremonia comenzó ante el pórtico de la capilla del Cementerio Alemán donde, tras las palabras de apertura de De Masi (quien ofició ese día,  además, como maestro de ceremonia por especial pedido de ambas asociaciones), la pastora Karin Krug elevó una oración y se escucharon los discursos de la presidenta de la CEABA, Andrea Rodríguez Weiss, y del agregado militar de la embajada de Alemania, comodoro Bernd Pfafenbach.

Luego las autoridades de la CEABA junto a los funcionarios nacionales presentes procedieron al corte de cinta que marca el ritual.

Luego, el coro de bronces de la parroquia alemana de Villa Ballester, dirigido por el maestro Sigfried Luchnat, y en ensamble con el coro de Temperley de la misma congregación, ejecutó el himno “La paz del Señor”, para, luego, junto a los gaiteros escoceses, hacer sonar los acordes de “HIghland Cathedral”. Los prolongados aplausos rubricaron la calidad del breve concierto.

Luego, en procesión, los numerosos invitados e invitadas se acercaron al “portón ceremonial” que vincula internamente ambos predios y allí fueron descubiertas dos placas, con inscripciones en español, alemán e inglés, alusivas al bicentenario del primer cementerio protestante de Buenos Aires, ubicado en la calle Juncal, y del cual ambos cementerios actuales se reconocen herederos y continuadores.

En este punto intervinieron el subsecretario de Gestión de Obras del ministerio de Interior, Edgardo Depetri, y la directora de Asuntos Institucionales de la misma cartera, María Pía Vallarino.

A continuación, replicando la simetría de las formas, la ceremonia se trasladó al atrio de la capilla de responsos del Cementerio Británico, siguiendo los acordes del himno “Amazing Grace”, donde se cumplió igual gesto de corte de cinta.

Los discursos fueron en este sitio pronunciados por el presidente de la Asociación del Cementerio Británico, John Hunter, y por la agregada de Negocios de la embajada del Reino Unido, Elizabeth Green. Por su parte, el reverendo Brian Williams de la Iglesia Anglicana elevó también una plegaria.

Para el cierre, la banda del Ejército de Salvación interpretó la canción “Arizona”, tras lo cual, y luego de los aplausos ofrecidos tanto a los músicos como a los gerentes del Cementerio Británico (Andrew Gibson) y del Cementerio Alemán (Matías Storni), los gaiteros escoces condujeron a los presentes a participar de un brindis.