El autor rescata en esta nota la historia de un hombre de bien que tuvo un gesto heroico durante el naufragio del “América”: dio su vida para salvar la de una mujer embarazada.

El año pasado recordamos el sesquicentenario de la tragedia del vapor “América”, que se hundió en el Río de la Plata el 24 de diciembre de 1871 enlutando a las sociedades de Buenos Aires y de Montevideo, a las que las víctimas se hallaban estrechamente vinculadas.

En ese episodio sobresalió con nítido perfil Luis Viale, un italiano nacido en 1815 en Chiavari, Génova, que muy joven llegó a nuestro país.

Buscando, como todos los inmigrantes, un porvenir se instaló en San Nicolás de los Arroyos, una población pujante sobre el río Paraná y en sociedad con su hermano Emilio comenzó a comerciar con Buenos Aires, Corrientes y el Paraguay.

Le fue muy bien en los negocios y aplicó con generosidad su capital en obras benéficas como el Hospital Italiano, del que fue uno de los fundadores en 1853 y al que allegó a menudo recursos.

Durante la epidemia de fiebre amarilla de 1871 integró la Comisión Popular y también fue uno de los fundadores ese año del Banco de Italia y Río de la Plata con sus compatriotas Piaggio, Demarchi, Schiaffino y el conde Antonio Devoto.

En el naufragio mencionado Viale no dudó en ofrecer su salvavidas a la señora Carmen Pinedo de Marcó del Pont, que estaba embarazada. Don Luis perdió la vida en gesto heroico, que fue muy comentado en la capital argentina. A los pocos días se había conformado una comisión de homenaje presidida por José Murature e integrada por Melchor Rom, José M. Lagos, Manuel Bilbao, Eduardo Dimet, Luis V. Varela y Adolfo Rawson.

Los primeros días de 1822, el diario “La Tribuna” de los Varela daba cuenta de la actividad de la Comisión, que creó un premio de 5.000 pesos al mejor dibujo presentado para un monumento.

A la vez, las damas de la Sociedad de Beneficencia ayudaron con recursos y promoviendo el merecido homenaje.

Vaya hoy, 2 de junio, en el Día Nacional de Italia, el homenaje merecido a un héroe de ese origen radicado entre nosotros cuyo sesquicentenario ha pasado en silencio a pesar de haber numerosa descendencia de la mujer a la que salvó la vida y dentro de la misma colectividad.

* Historiador. Vicepresidente de la Academia Argentina de Artes y Ciencias de la Comunicación