La consultora LCG indicó en un informe que en el caso de los trabajadores informales la caída real alcanza el 33,7%.
El último informe de la consultora LCG advirtió que la caída del poder adquisitivo de salarios se aceleró por la inflación y ya acumula más de 22% desde 2017, a pesar de bonos, compensaciones y acuerdos paritarios.
Contra el máximo de noviembre 2017, la pérdida de la capacidad de compra de los ingresos es del 22,9% promedio, y en el caso de los trabajadores informales la caída real alcanza el 33,7%.
En febrero, el nivel general de salarios presentó una caída real del 1,5m/m, profundizando la baja de 1,4 p.p con respecto a enero (-0,1%m/m real).
En el caso de los trabajadores del sector privado no registrado experimentaron una caída del 2,4% m/m real y los públicos un 2,2% m/m real. Y los asalariados registrados sufrieron una contracción del 0,8% m/m real en su poder adquisitivo.
En la comparación interanual, el promedio de los salarios reales empataron la dinámica de los precios pero la disparidad entre categorías “se acentuó”, expresó la consultora. Los asalariados públicos acumularon una mejora del 3,2% anual por la reapertura de paritaria 2021 y los trabajadores formados privados una suba del 1,4% anual real promedio, que distan de la caída del 8,2% anual real en los salarios de trabajadores no registrados.
A la espera de que el Indec dé a conocer el Índice de Salarios de marzo, LCG asegura que con la aceleración de la inflación los ingresos por ese rubro acumulan una retracción del 1,6% real promedio, con caídas del 1,2% en el caso de los registrados y del 3,7% en los no registrados.
En ese sentido afirma el trabajo que para marzo, con una inflación del 6,7% “será difícil una recomposición del salario real” porque el aumento por paritarias pactado para gran parte de los privados con convenio “fue menor al aumento del IPC en la mayor parte de los casos”.
“No esperamos que este año los salarios ganen la carrera contra los precios. Aún cuando las paritarias comenzaron a cerrarse y algunas con promesa de revisión, la mayoría incluye aumentos menores a nuestra proyección de precios. En promedio los ajustes pactados toman una inflación proyectada en torno al 40% anual. Aún cuando sectores ya comprometieron una revisión, el rezago en los ajustes terminará reflejando un nuevo año de caída real de los salarios”, añade el informe.
En el mismo sentido que LCG, Econviews, la consultora de Miguel A. Kiguel, advirtió que pese a las paritarias y a los bonos, el salario real privado caerá 0.5% este año.
“Nuestro índice proxy de salarios, que toma las paritarias ya cerradas, arroja una suba anual de 64% en 2022. Punta a punta, quedarán algo abajo de la inflación de 66%. Por la naturaleza de los acuerdos, los salarios podrán ajustar más rápido a futuros shocks de precios, aunque con riesgo de retroalimentación”, agregan en el último relevamiento.
Para los trabajadores formales, “en los papeles, los arreglos de 45/55% están en línea con, y en algunos casos debajo de, aquellos firmados en 2021. La novedad está en los recursos empleados para cubrirse de otro shock como el de marzo: más revisiones, bonos, y plazos acortados”, añadió.
Para Econviews, “por ahora se evitó una descomposición total del régimen de paritarias anuales escalonadas, pero exhibe más y más fisuras conforme se acelera la inflación”.