Alemania, Francia y España no dieron buenas noticias. Los números rojos ya se sienten o se acercan, según la fortaleza estructural de cada país.
Dos economías europeas claves como la de Alemania y Francia, y también la de España, dieron malas noticias sobre sus desempeño económico a causa de la salida de la pandemia y la guerra entre Rusia y Ucrania.
En tanto, la economía francesa se detuvo inesperadamente en el primer trimestre, ya que el gasto de los consumidores se redujo ante la crisis de los precios de la energía y la guerra en Ucrania, mostraron el viernes los datos preliminares de la agencia oficial de estadísticas INSEE.
El crecimiento nulo del primer trimestre supone una fuerte desaceleración respecto a los tres últimos meses de 2021, cuando la segunda economía de la zona euro creció un 0,8%, según un dato revisado al alza que antes mostraba un 0,7%.
Esta cifra fue más débil que las expectativas de crecimiento del 0,3% en un sondeo de Reuters entre 24 economistas, que oscilaban entre el 0,6% y el -0,1%.
El gasto de los hogares, motor tradicional del crecimiento francés, cayó un 1,3% en el trimestre, ya que los altos precios de la energía y la guerra de Ucrania afectaron a la confianza de los consumidores.
La economía alemana, la “locomotora” europea, mostró ciento dinamismo impulsado por “la relajación de las medidas contra el coronavirus, que tuvo un efecto positivo”, analiza Jens Oliver Niklash, del Banco LBBW.
El Producto Interior Bruto (PIB) alemán creció un 0,2% durante el primer trimestre de 2022 pese al impacto de la guerra en Ucrania, según datos preliminares publicados este viernes.
Alemania evita así la recesión técnica tras una caída del PIB en el cuarto trimestre de 2021 de 0,3%, aunque “la guerra en Ucrania influye de manera creciente en la coyuntura”, indicó el Instituto de estadísticas Destatis en un comunicado, lo que anticipa números rojos en el próximo trimestre.
El indicador muestra mejores datos que la previsión del servicio de analistas financieros Factset, que pronosticó un crecimiento del 0,15%.
La primera economía de la zona euro sufre desde febrero las consecuencias económicas del conflicto y la industria exportadora es la principal afectada.
La invasión rusa de Ucrania agravó los cuellos de botella en muchos mercados, debido a las sanciones impuestas contra Rusia y a los paros de producción en Ucrania, que abastece sobre todo al sector automotriz.
Además, el conflicto tuvo un fuerte impacto sobre los precios de la energía, lo que alimentó la inflación, que alcanzó el 7,4% interanual en abril.
Este galopante aumento de los precios afectó tanto el poder adquisitivo de los hogares como los ingresos de las empresas.
En consecuencia, Alemania redujo sus previsiones de crecimiento al 2,2% para este año frente al 3,6% previsto en enero pasado.
El gobierno español, por su parte, rebajó la proyección de crecimiento para este año del 7% al 4,3%, informó la ministra de Economía, Nadia Calviño, que atribuyó el deterioro de las perspectivas al impacto negativo de la situación de los mercados energéticos por la crisis en Europa del este.