La calificadora consideró que tienen “sólidos fundamentos crediticios” que ayudan a contrarrestar el contexto de incertidumbre e inflación local e internacional.
La calificadora de riesgo Moody’s Investors Service mantuvo la perspectiva estable para el sistema bancario argentino -y también otros de la región-, al considerar que las entidades tienen “sólidos fundamentos crediticios” que ayudan a contrarrestar el contexto de incertidumbre e inflación que existe a nivel local e internacional, entre otros aspectos.
Luego de una revisión regional, la calificadora mantuvo la perspectiva de siete sistemas bancarios de América Latina (Argentina, Brasil, Colombia, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay) y revisó la perspectiva a estable desde negativa en dos sistemas (Centroamérica y el Caribe, y Chile).
“La perspectiva estable está respaldada en gran medida por las condiciones macroeconómicas y operativas, así como por los sólidos fundamentos crediticios de los bancos, lo que ayudará a manejar la incertidumbre derivada de la creciente inflación y la volatilidad global que debe afectar, aunque en menor escala, la actividad económica en la región”, consideró Moody’s.
La región tiene pocos vínculos económicos y financieros directos con Rusia y Ucrania, “por lo que los bancos se encuentran relativamente protegidos de las sanciones financieras que afectan a Rusia”.
La continuidad de la presión inflacionaria y el endurecimiento reactivo de la política monetaria en el área impactarán en la actividad económica en un momento en el que el riesgo de activos también está aumentando, aunque lentamente, tras la finalización de los programas de ayuda gubernamental implementados desde 2020 por la pandemia de coronavirus, añadió.
Moody’s espera que la rentabilidad de los bancos de regionales continúe recuperándose y mejore en términos generales, beneficiándose de tasas de interés más altas y volúmenes de negocios creciendo de forma más moderada este año.
Al respecto, la calificadora estimó que la fuente de fondeo general de los bancos latinoamericanos seguirán siendo los depósitos, con una dependencia limitada del fondeo del mercado, lo que reduce su exposición a un sistema financiero global más volátil.