Como idea alternativa, se plantea imponer aranceles en lugar de una prohibición directa como se impuso al carbón.
Los países de la Unión Europea (UE) “están en desacuerdo” sobre la posibilidad de encarar un bloqueo inmediato a las importaciones de petróleo ruso y varios líderes se mostraron cautelosos por el temor a exacerbar el aumento de los precios de la energía, que subieron un 45% en marzo respecto al año anterior en la zona euro, señaló el diario Financial Times.
El primer ministro húngaro, Viktor Orban, consideró que las posibles restricciones al crudo proveniente de Rusia constituyen una “línea roja”, mientras que funcionarios alemanes manifestaron que, aunque una prohibición del crudo ruso transportado por mar sería relativamente fácil de implementar para la UE, Berlín tendría dificultades para encontrar un sustituto que llegue al país a través de un oleoducto.
Un funcionario alemán citado por el medio estadounidense afirmó que en teoría su país podría estar en condiciones de aplicar un embargo de petróleo ruso recién a finales de este año o principios de 2023.
Por su parte, el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, aseguró que el bloqueo al crudo proveniente de Rusia “tarde o temprano, ocurrirá”.
“Asunto técnico y políticamente complicado”. La Comisión Europea preparó un borrador de las posibles medidas contra el crudo ruso como parte de una serie de posibles restricciones elaboradas antes del comienzo de la operación militar especial rusa en Ucrania.
Sin embargo, continúa Financial Times, la falta de apoyo unánime a la medida da cuenta de que no se encuentra en la agenda oficial de temas que se discutirán en una reunión de ministros de Relaciones Exteriores del bloque europeo este lunes.
Un alto funcionario de la UE explicó que eso se debe a la resistencia de algunos estados miembros, y agregó que es “un asunto técnico y políticamente complicado” para aquellos que tienen una alta dependencia del crudo ruso.
Como idea alternativa se planteó imponer aranceles a la importación de petróleo en lugar de una prohibición directa, como se impuso al carbón.
La UE depende de Rusia para alrededor del 25% de sus importaciones de crudo, aunque algunos países tienen una dependencia mucho mayor, y desde el comienzo de la invasión el bloque le ha pagado a Moscú más de 38.000 millones de dólares por el petróleo.