“La guerra es una locura, por favor paren”, reclamó el Pontífice, quien aseguró que aseguró la Santa Sede está “dispuesta a hacer de todo” por la paz.

El papa Francisco aseguró este domingo que el Vaticano está dispuesto a “hacer de todo” y ponerse al servicio de la paz para lograr una solución a la guerra en Ucrania, y anunció que dos delegados suyos viajaron a Kiev para ayudar y llevar su mensaje.

Lo que sucede en Ucrania “no se trata de una operación militar sino de una guerra”, dijo el Pontífice, diferenciándose del discurso de Vladímir Putin, que “siembra muerte, destrucción y miseria”, dijo al término del rezo dominical del Angelus ante cientos de personas reunidas en la plaza de San Pedro, muchas de ellas portando banderas ucranianas y con los colores del arco iris de la paz

Jorge Bergoglio aseguró además que la Santa Sede está “dispuesta a hacer de todo” por la paz y reveló que dos cardenales han viajado en los últimos días a Ucrania en un intento extraoficial de mediación.

“En estos días han ido a Ucrania dos cardenales para servir al pueblo, para ayudar: el cardenal Krajewski, dador de limosnas, para llevar ayuda a los más necesitados; y el cardenal Czerny, prefecto ‘ad interim’ del Dicasterio para el Servicio del desarrollo humano integral”, reveló el jefe de la Iglesia católica.

En Ucrania coexisten tres catolicismos: la Iglesia Católica Ucraniana, ortodoxa pero independiente; la ortodoxa que depende de la rusa; y la apostólica romana que depende del Vaticano.

“Esta presencia de dos cardenales allí -añadió Francisco- es la presencia no sólo del Papa sino de todo el pueblo cristiano que quiere acercarse y decir: ‘la guerra es una locura, por favor paren. Miren esta crueldad'”.

Tras el Ángelus, el Papa lanzó un llamamiento por el fin de la guerra en Ucrania, un país por el que corren “ríos de sangre y lágrimas”, mientras “las víctimas son siempre más numerosas, así como los que huyen, especialmente madres y niños”, y “crece dramáticamente de hora en hora la necesidad de asistencia humanitaria”.

“Envío un llamamiento de corazón para que se aseguren los corredores humanitarios y se garantice y facilite el acceso de ayuda a las zonas asediadas para ofrecer ayuda vital a nuestros hermanas y hermanos oprimidos por las bombas y el miedo”, añadió Francisco.

También imploró “que cesen los ataques armados, que prevalezca la negociación y también el sentido común y se vuelva a respetar el Derecho Internacional”.

Francisco quiso dar las gracias a “todos los que están acogiendo a los refugiados”, pero también a los periodistas sobre el terreno “que para garantizar la información ponen en peligro su propia vida”.

“Su servicio nos permite estar cerca del drama de esta población y valorar la crueldad de la guerra”, dijo, antes de ser interrumpido por los aplausos de los fieles reunidos en la plaza, con los que rezó un Ave María por Ucrania.

El sábado, Francisco publicó un nuevo tuit en ucraniano y ruso en su cuenta @Pontifex, además de los otros nueve idiomas que se utilizan habitualmente en sus mensajes en Twitter, para invocar la paz en Ucrania.

“Pedimos a la Reina de la Paz que extienda sobre nosotros su manto: Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios: no desprecies las súplicas de nosotros que estamos en prueba, sino líbranos de todo peligro, ¡oh Virgen gloriosa y bendita!”, fue la frase que eligió para el tuit, a la que acompañó con la imagen de un antiguo ícono mariano.