Mientras el “influencer” Santi Maratea colecta una suma millonaria para enfrentar los incendios en Corrientes, el ministro de Ambiente presiona para iniciar una obra.

El “influencer” Santi Maratea avanza por estas horas con una colecta que ya recaudó holgadamente los 150 millones de pesos con el fin de ayudar a los bomberos de Corrientes con la compra de elementos básicos como autobombas y equipamiento frente a la crisis desatada por los incendios, que ya devoraron el 10 por ciento de los campos.

El acto solidario desató una ola de críticas contra el ministro de Ambiente, Juan Cabandié, a quien se le reclama por supuesta inacción. #renunciacabandie se convirtió en pocas horas en “trend topic” en Twitter, este lunes, mientras el gobernador correntino, Gustavo Valdes, iniciaba gestiones con los gobiernos de EEUU, Brasil y Bolivia para recibir ayuda.

Gaceta Mercantil supo que, en este contexto, Cabandié presiona para adjudicar una licitación por más de 500 millones de pesos para construir una ciclovía en la playa de Catritre, Lago Lácar, en San Martín de los Andes.

La insistencia del ministro viene chocando con el rechazo -y el sentido común- de otros funcionarios nacionales, en particular del área jurídica y de Financiamiento Externo del ministerio de Turismo que conduce Matías Lammens, responsable de la partida contenida en el Presupuesto 2022 que no aprobó el Congreso. 

Frente a los fuertes reparos planteados por esa cartera, Cabandié volvió a la carga para encarar la obra ya contratada -que a todas luces no es prioritaria, ni en este contexto ni en ningún otro- con fondos de Parques Nacionales, que depende de su ministerio.

Mientras el Parque Nacional de los Esteros del Iberá es azotado por los peores incendios en tres décadas, y se acumulan los reclamos por falta de infraestructura básica -lo que quedó más en evidencia con la movida de Maratea- el acta de inicio de los trabajos, bajo el expediente 66188471 de la Administración de Parques Nacionales, ya tiene fecha: el 15 de marzo próximo. Solo falta que alguien se arriesgue a poner una firma.