Monseñor Eduardo García, el obispo de San Justo, emitió una declaración que condenó “la injusta y absurda muerte” del kioskero de Ramos Mejía.
Monseñor Eduardo García, un obispo cercano al papa Francisco, emitió una fuerte declaración pública ante el brutal asesinato de Roberto Sabo, un kiosquero de Ramos Mejía que fue baleado por una pareja de delincuentes, un exconvicto de 29 años y una adolescente de 15 años.
Además, García se refirió a la manifestación ocurrida este lunes en el centro de esa ciudad de La Matanza y respaldó los reclamos de justicia y más seguridad a las autoridades.
“Roberto era un hombre de trabajo, con familia, hijos, y ayer fue asesinado. Vecino apreciado, comerciante respetado, papá querido, marido amado. El pueblo de Ramos Mejía salió a la calle a decirlo porque Roberto sos vos, yo, tu papá, tu hijo…”, apuntó el prelado en una declaración que difundió el obispado de San Justo.
García fue designado en noviembre de 2014 por el Pontífice, y lo acompañó y fue un colaborador cercano de Jorge Bergoglio como arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado de la Argentina.
En la declaración de anoche, cuando aún continuaba la manifestación para repudiar el crimen de Sabo y varios episodios de inseguridad que vienen castigando a la población de La Matanza, García dijo que “hay pueblada en Ramos Mejía. La voz de la gente se hace escuchar. Abrazamos el dolor de la familia y de tantas que han perdido seres queridos víctimas de la violencia. Caminamos al ritmo de sus pasos que hoy arrastran lágrimas”.
Pero el dolor, dijo, “no nos ciega el entendimiento” y por eso pidió “una mirada atenta a quienes les corresponde cuidarnos para no seguir caminando con el miedo que paraliza la vida y la convivencia sana entre los matanceros”.