Eugenio Schneider, de 81 años, es el dueño de un importante frigorífico en Paysandú, además de hombre de una vasta cultura.

El empresario argentino Eugenio Schneider, de 81 años, desaparecido desde este jueves en la localidad de Casa Blanca, en Paysandú, Uruguay, es buscado intensamente por las autoridades.

“Me voy a nadar al río”, anunció el hombre, que reside en esa ciudad y es dueño de un importante frigorífico.

El jueves cerca de las 17, la familia denunció que no había vuelto, tanto en la Policía como en la Prefectura y, cuando llegaron a su casa, los efectivos identificaron que el portón trasero estaba abierto.

El río Uruguay corre frente a la localidad de Casa Blanca, a unos 17 kilómetros de Paysandú, donde vivía Schneider.

Según los medios locales, el hombre salió de su casa cerca las 14 del jueves, abrió el pequeño portón que separa su propiedad del río y desde ese momento no se supo más nada de él.

Según el diario El País de Montevideo, Schneider es de origen alemán y un empresario exitoso, escritor, alumno de Jorge Luis Borges, amigo de presidentes, dueño de una profusa cultura e ingenio.

Dirige el frigorífico Casa Blanca (Fricasa) en la ciudad uruguaya que conecta con Argentina a través del puente que va a Fray bentos.

Se estima que el hombre, que vive con su esposa, continuaba en recuperación tras sufrir el Covid-19 tiempo atrás.

Según el diario uruguayo, se manejan varias hipótesis sobre el caso pero no se han hecho patrullajes especiales en el Río Uruguay porque no hay pruebas de que pueda estar allí. No obstante, se ha puesto “mayor atención” en los patrullajes normales que se realizan por esa zona.

En 2015, el empresario valoró sus negocios en unos 35 millones de dólares y agregó que, en ese momento, el Frigorífico Casa Blanca contaba con más de 630 empleados, abastecía a 18 carnicerías propias y contaba con habilitaciones para exportación a los mercados a los que accede Uruguay.

En Casa Blanca instaló un restaurante casi único en el mundo, “La Pulpería”, en una casona construida a mediados del siglo XIX.

Por otra parte, Schneider también había decidido apostar a la educación y a la cultura de la zona, para lo cual instaló un cine y una radio comunitaria dentro de un espacio denominado La Isla.

Incluso desarrolló un programa de apoyo a la cultura que incluye conciertos de música clásica de nivel internacional. Últimamente buscaba incrementar la presencia humana en Casa Blanca y había loteado terrenos para construir un nuevo barrio.