“Saldrá algún día, porque no es fácil empezar a importar gas, construir ductos”, dijo el presidente de Brasil en su transmisión semanal en las redes sociales.

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, reveló que está negociando con el gobierno argentino la construcción de un gasoducto para llevar gas del yacimiento neuquino de “shale” de Vaca Muerta, entre otras alternativas buscadas por su gobierno para reducir el costo de ese insumo vital para la industria.

“Estamos en negociaciones con Argentina. Gas de Vaca Muerta. Saldrá algún día, porque no es fácil empezar a importar gas, crear, construir ductos”, admitió Bolsonaro en su transmisión semanal en vivo en las redes sociales.

Las conversaciones entre los dos países pero aún se busca financiamiento para el proyecto, que insumirá una inversión superior a los 3.700 millones de dólares del lado argentino.

La Casa Rosada interesó a China, que enfrenta problemas para iniciar la construcción ya adjudicada de dos represas en Santa Cruz. 

El embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, propuso meses atrás avanzar en el proyecto en reuniones con Bolsonaro y su ministro de Minas y Energía, Bento Albuquerque.

“Estamos en la etapa exploratoria ahora. Existe la voluntad de ambos gobiernos de avanzar con el proyecto”, señaló entonces el exgobernador bonaerense.

Argentina propone la construcción de un gasoducto de 1.430 kilómetros desde Neuquén hasta la frontera con Brasil, en Corrientes, para pasar a Uruguaiana, en Brasil, y otros 600 kilómetros desde allí hasta Porto Alegre, conectando con la red de distribución de gas del sur del país vecino.

En una entrevista con el diario financiero Valor Económico Scioli dijo que esa infraestructura tiene sentido para ambos países: Brasil necesita el gas y sus industrias acogerían con agrado un fluido más barato que el boliviano, y asegurar un gran mercado atraería a los inversores a Argentina para expandir Vaca Muerta, pero llevaría al menos tres años construirlo una vez que se haya decidido, advirtió Scioli.

“Este es nuestro gran proyecto binacional. Brasil necesita el gas y nosotros necesitamos los mercados y las inversiones”, afirmó Scioli.

Pero financiar el proyecto podría ser difícil y el diario especializado estimó que la parte brasileña costaría otros 1.200 millones de dólares.

Asimismo, el ministro de Economía brasileño, Paulo Guedes, indicó en reiteradas oportunidades la intención de su país de comprar gas de Vaca Muerta. “Nos parece muy importante, y tenemos la intención de construir gasoductos para traer al Brasil la energía que se produce allí”, declaró en 2019.

El gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, también apoyó en su momento la construcción del gasoducto, al que consideró estratégico porque además permitiría abastecer al cordón industrial de Rosario, en Santa Fe.

Ya en la actualidad, y sin estar a plena capacidad, el reservorio no convencional supera la producción de petróleo convencional y gracias al Plan Gas, en breve, producirá sobrantes de gas que deben ser ubicados en el mercado regional para no perderlos.