El autor aporta detalles al hallazgo del cuadro encontrado en una galería de París el pasado 25 de mayo, atribuido al pintor Bouchot.
El año pasado nos referimos al homenaje numismático que se le tributó en Bélgica al general José de San Martín. Lo promovió la logia “La Parfaite Amitié” (La perfecta amistad), y fue diseñado por el reconocido artista judío y grabador real Jean Henri Simón en una medalla en la cual puede verse el perfil del Libertador. En el anverso representa el busto con el perfil izquierdo sobre la línea “Le General San Martin”. El reverso contiene la siguiente leyenda: “La Logia La Parfaite Amitié constituida al oriente (en la ciudad) de Bruselas el 7 de julio de 5807 al General San Martín 5825”. Como vemos se agregaba 4000 años a la fecha que corría.
Este martes 17 el Instituto Federal Numismático de la República Argentina conmemoró el aniversario del Libertador con una magnífica exposición sobre los billetes sanmartinianos a cargo del doctor Luciano Pezzano, en la que trató especialmente el tema de la iconografía del prócer. En el amable diálogo que se suscitó posteriormente, a raíz del comentario sobre la reticencia de San Martín a ser retratado, vino a mi mente un episodio que leí hace años sobre una recepción en el Palacio de las Tullerías a la que concurrió el prócer. Lo ubicaron junto al Cuerpo Diplomático y vestía en la ocasión el uniforme de Protector del Perú, lo que me hizo pensar en un episodio no tenido demasiado en cuenta: había conservado el mismo cuerpo, sin engordar, y podía lucir la misma ropa a 25 años de distancia, cosa de la cual no demasiados pueden jactarse.
Ayer tuve noticias por un periódico porteño que un coleccionista peruano en una recorrida por los anticuarios parisinos, encontró en la Rue de Provence 3, en la firma Baron Ribeyre & Associés, un retrato en el que, en su parte superior, se leía G. San Martín.
Esto se difundió porque Juan Luis Orrego Penanos, doctor en Historia, docente universitario en Lima y columnista en temas de su especialidad, reveló este increíble hallazgo en el diario “El Comercio” de la capital peruana. Se estima que fue pintado entre 1824 y 1831, cuando San Martín residió en Bruselas, mide 45 por 32 centímetros, y posó de perfil derecho, vestido de civil, levita abotonada azul, chaleco gris oscuro y camisa blanca con corbata o moño de lazo. En la manga derecha se nota un raspón.
Si algo llama la atención es que sus facciones no son las que conocemos pero, según Orrego, tienen semejanza con el cuadro del belga François Bouchot, de 1828, que se encuentra en la academia militar de West Point, en Estados Unidos. Por ese tiempo residía en Bruselas el famoso pintor francés Jacques-Louis David, quien tuvo trato con San Martín, se menciona en la nota, pero éste murió en diciembre de 1825. El autor pudo haber sido uno de sus discípulos porque su última obra fue “Marte desarmado por Venus y las Gracias”, que comenzó en 1822 y terminó dos años después. En esa oportunidad Bouchot afirmó: “Esta es la última pintura que deseo pintar, pero quiero superarme en ella. Pondré el dato de mis 75 años en ella y después nunca volveré a tomar el pincel”.
El cuadro está en venta en 1.920 euros y esperemos pueda rescatarse para nuestro patrimonio.
* Historiador. Vicepresidente de la Academia Argentina de Artes y Ciencias de la Comunicación