Las medidas tomadas no difieren de manera sustancias y tratan de evitar la difusión del Covid-19, en particular de la cepa brasileña de Manaos, más contagiosa y letal.

La inminencia de una nueva ola de casos de Covid-19 y la expansión de cepas más peligrosas del virus ha llevado a varios países sudamericanos a endurecer sus restricciones en Semana Santa.

Nuevas cuarentenas estrictas, restricciones zonales y hasta el adelantamiento de feriados aparecen en el menú de medidas decididas por los gobiernos, con el temor de fondo de la situación en Brasil, donde la pandemia ha colapsado el sistema sanitario y las muertes y contagios ubican al país en el segundo lugar del luctuoso ranking mundial.

Ya por segundo año consecutivo la Semana Santa representa un desafío sanitario para los países de la región que todavía luchan para reducir el incremento diario de contagios.

Las actividades turística y religiosa, tradicionales de la época, vuelven a ser vistas como un riesgo que podría disparar los casos y deben ser restringidas.

En ese marco, varios de los países de la región anunciaron a mediados de marzo nuevas medidas que incrementan las limitaciones a la movilidad entre este viernes y el domingo 4 de abril, o al menos durante los últimos días de ese período.

Los protocolos para la Semana Santa por país:
 
Perú fue uno de los primeros países sudamericanos en anunciar medidas específicas para la Semana Santa. El 17 de marzo, el Gobierno comunicó una “cuarentena general” en todo el país entre el jueves 1 y el domingo 4 de abril.

El régimen previsto para estos días implica que los ciudadanos solamente podrán salir de sus casas únicamente para comprar productos esenciales en supermercados, bodegas y farmacias, los únicos comercios que estarán habilitados entre las 4 de la mañana y las 18. Tanto dentro de esos lugares como en el camino hacia ellos solo se permitirá una persona por hogar.

Los restaurantes podrán permanecer abiertos pero únicamente para entregas a domicilio, que podrán funcionar entre las 11 y las 23 horas.

El Gobierno peruano también decretó la suspensión del transporte interprovincial aéreo y terrestre entre el jueves 1 y el sábado 3 de abril. En las ciudades solo funcionará el transporte colectivo y de taxis autorizado.

Algo similar sucede en Paraguay, donde el gobierno de Mario Abdo Benítez decretó que los ciudadanos solo podrán movilizarse entre las 5 y las 20 horas y únicamente para actividades “indispensables” como comprar alimentos y medicamentos.
 
El nuevo régimen será más extenso que en Perú ya que rige desde el 27 de marzo y hasta el 4 de abril, abarcando íntegramente la Semana Santa.

Los supermercados y farmacias podrán funcionar con normalidad y los locales gastronómicos lo harán únicamente con envíos a domicilios, pudiendo atender pedidos durante las 24 horas.
 
Colombia, por su parte, intentará aplicar restricciones con un carácter más dinámico, al establecer que la rigurosidad de las medidas dependan del grado de ocupación de las unidades de cuidados intensivos (UCI).
 
En efecto, las restricciones más fuertes se darán en los municipios en los que la ocupación de camas UCI supere el 70%. Allí regirá la modalidad denominada como “pico y cédula”, que implica que solo podrá desplazarse cada día las personas cuyo documento de identidad termine con un número determinado.

De todas formas, ningún ciudadano podrá movilizarse en esos municipios entre las 22 y las 5 de la mañana.

En las zonas del país en las que la ocupación sea mayor al 50% pero menor que el 70%, la restricción a la movilidad regirá solamente entre las cero horas y las 5 de la mañana.

Las medidas en Colombia regirán en dos períodos: entre el viernes 26 y el lunes 29 de marzo y entre el miércoles 31 de marzo y el lunes 5 de abril.
 
En Ecuador, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) no decretó medidas pero sí exhortó a los 221 Gobiernos Autónomos Descentralizados del país a tomar una serie de acciones para reducir la movilidad durante el feriado nacional de Viernes Santo, entre ese día y el domingo 4 de abril.

Entre las medidas recomendadas está que se mantengan cerradas “las actividades comerciales que se realizan en espacios que no garantizan distanciamiento social”. En esa lista aparecen “bares discotecas, centros de tolerancia, centros de diversión nocturna y afines”.

En una línea similar, las autoridades exhortaron a que los gobiernos locales ratifiquen la prohibición de realizar espectáculos públicos y establezcan “horarios, aforos y controles” para el consumo de bebidas alcohólicas en las playas.

Asimismo, se deberán establecer medidas para limitar el aforo en el transporte público, así como en parques, plazas, restaurantes y centros comerciales.
 
Las principales ciudades de Brasil, en tanto, también acudieron a medidas inéditas para reducir la movilidad durante la celebración del catolicismo como adelantar feriados fijados tradicionalmente para fechas posteriores para colocarlos durante los días hábiles de la semana, como el lunes 29 y el martes 30, de forma de completar una semana entera fuera de la actividad regular.

En medio de la disputa entre el presidente Jair Bolsonaro y los gobernadores de los estados, Rio de Janeiro y San Pablo recorrieron este camino, que acompañan con un endurecimiento de las restricciones.

En Río de Janeiro, por ejemplo, se decidió la suspensión de todo tipo de espectáculos públicos y shows o ferias culturales. También estará prohibido ir a la playa y bañarse en el agua. Centros comerciales y cines funcionarán con horario y aforo reducido.
 
Para esta Semana Santa, el gobierno argentino decidió enfocarse en limitar el turismo, por lo que prohibió el ingreso de vuelos desde Brasil, Chile y México. En los dos primeros casos, la decisión obedeció a la gran cantidad de turistas que suelen llegar a Argentina desde esos países y la posibilidad de que los viajeros lleven consigo la cepa de Manaos. La suspensión de vuelos desde México se explica por la gran cantidad de adolescentes que regresaron contagiados de Covid-19 en las últimas semanas desde balnearios mexicanos como Cancún.

El Ejecutivo argentino también dispuso un nuevo protocolo que exige dos hisopados a las personas que ingresen y asegura que los turistas se deban hacer cargo de sus costos, así como abonar la cuarentena en un hotel.

El ingreso de la cepa brasileña y de la variante P2 es también la preocupación principal del gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela. El primer mandatario anunció el 23 de marzo que el país se mantendría en “cuarentena radical” durante Semana Santa, extendiendo una semana más la tradicional rotación entre siete días de cuarentena radical y siete de flexibilización.

Esta medida implica que solo funcionen los servicios esenciales como alimentación y salud, pero el transporte interurbano quedará suspendido.
 
En Uruguay, donde la Semana Santa se conoce como Semana de Turismo, las actividades de ese tipo estarán restringidas con el cierre de los  principales centros termales del país, un paseo habitual de los uruguayos.