Como se preveía, impuso su mayoría en la Cámara alta. Se repitieron los cruces de la semana pasada entre oficialismo y oposición.

Con 42 votos afirmativos, 26 negativos y ninguna abstención, el Senado aprobó esta noche el proyecto de ley que crea el llamado impuesto a la riqueza, bautizado por el oficialismo como “aporte solidario”, que alcanzaría a poco más de 10.000 personas jurídicas.

La tasa grava a los patrimonios mayores a los 200 millones de pesos y lo recaudado se destinará a afrontar gastos generados por la pandemia de coronavirus.  
 
La iniciativa impulsada en Diputados por Máximo Kirchner y aprobada en la cámara de origen la semana pasada, como estaba previsto recibió el apoyo del Frente de Todos, que tiene mayoría en la Cámara alta.

El Aporte Solidario y Extraordinario provocó fuertes cruces entre oficialismo y oposición, quienes repitieron los argumentos escuchados en Diputados: los legisladores kirchneristas aseguraron que la recaudación de este nuevo tributo permitirá atender los efectos de la pandemia y solo afectará a un universo acotado de contribuyentes. Los de Juntos por el Cambio advirtieron que se trata de un “impuesto confiscatorio” que obstaculizará las inversiones empresarias y anticiparon una catarata de juicios.

El nuevo tributo, con el que se pretenden recaudar unos 300.000 millones de pesos, fue cuestionado por empresarios y por expertos en materia fiscal.

“Los gastos derivados de la pandemia fueron el 20% del Presupuesto en 2020 y serán el 15% en 2021. A esta fuerza política le pareció que aquellos sectores más privilegiados, a los cuales la pandemia les ha afectado menos, podrían hacer una contribución extraordinaria al Estado, porque han vivido del Estado. No tenemos que tener ninguna duda. Si hay una situación de emergencia, aquellos privilegiados, aquellos que se enriquecieron gracias al Estado de una manera exorbitante, bueno. pongan algo”, sostuvo el senador Oscar Parrilli.

El hombre de confianza de la vicepresidenta Cristina Kirchner comparó la situación actual con la campaña de San Martín en el cruce de los Andes, en 1817. “En ese momento, todo el sector poderoso y rico de Cuyo se negó a hacer aportes [a San Martín] y tuvo que recurrir a créditos forzosos e incluso a confiscación de bienes. También le pasó a [Martín Miguel de] Güemes. Las familias acaudaladas del Norte argentino también se negaban a contribuir. No quiero compararlos a ellos con nosotros ni mucho menos, pero quiero mencionar a quiénes se negaban, que en la historia pasan a ser los mismos”, afirmó.

El senador Martín Lousteau aseguró, de su lado, que “cuando uno quiere un Estado más grande, el compromiso para administrarlo bien debe ser mayor. Eso es lo que hacen los países nórdicos que todos admiramos, pero lamentablemente la pandemia reveló el estado de nuestro Estado”.

Los patrimonios gravados tendrán una alícuota progresiva que se elevará al 2,25% en casos de fortunas entre 300 y 400 millones de pesos, al 2,50% entre 400 y 600 millones y al 2,75% a los patrimonios entre los 600 a 800 millones.

La tasa subirá al 3% cuando los patrimonios oscilen entre 800 y 1500 millones de pesos, al 3,25% para fortunas de 1500 millones a 3000 millones de pesos, y a partir de esa cifra será del 3,5%.

El proyecto determina también que por el total de bienes en el exterior se tributará un recargo del 50% sobre la alícuota que les correspondería, pero si la persona trae el 30% de sus tenencias financieras declaradas en el exterior, el diferencial se elimina y paga por todo como si lo tuvieran en el país.