Fue denominada SpaceX Demo-2 y envió dos astronautas de la NASA a la estación internacional, adonde llegarán en 19 horas.

SpaceX, la compañía de transporte aeroespacial del multimillonario estadounidense Elon Musk, se convirtió en la primera empresa privada de la historia que pone astronautas en órbita al lanzar con éxito un cohete hacia la Estación Espacial Internacional este sábado..

Además, la misión, que fue bautizada SpaceX Demo-2, es el primer viaje espacial de astronautas de la NASA que despega de suelo estadounidense en casi una década.

Inicialmente, el lanzamiento estaba programado para el miércoles pasado pero fue pospuesto debido a problemas climáticos.

Los astronautas estadounidenses Douglas Hurley y Robert Behnken despegaron a bordo de la cápsula espacial Crew Dragon, acoplada al cohete reutilizable Falcon 9 de SpaceX, a las 19:22 GMT (16.22 hora argentina) desde la misma plataforma de lanzamiento que fue utilizada durante la última misión del transbordador espacial de la NASA en 2011.

El viaje de los astronautas durará 19 horas y los tripulantes podrán dormir un rato antes de que la nave se acople a la Estación Espacial Internacional (EEI) este domingo.

Los cohetes propulsores se desprendieron con éxito y las dos etapas se han separado sin contratiempos.

La duración exacta de la estancia en el espacio de Hurley y Behnken aún no se ha determinado, aunque la cápsula que se utiliza en esta prueba de vuelo puede permanecer en órbita hasta 110 días, según informó la NASA.

La nave operativa Crew Dragon será capaz de hacerlo durante al menos 210 días. 

Si la operación concluye con éxito, la NASA alcanzaría su máxima prioridad de abrir “una nueva era de vuelos espaciales tripulados”, en la que “astronautas estadounidenses vuelvan a ser lanzados en un cohete estadounidense desde suelo estadounidense”, según indicó la agencia en su página web.

Desde la suspensión del programa del transbordador en 2011, la agencia espacial estadounidense ha trasladado a sus astronautas hasta la Estación Espacial Internacional mediante los cohetes Soyuz de la Agencia Espacial Federal de Rusia, a cambio de 90 millones de dólares por asiento, cada vez.

El lanzamiento era de vital importancia para EEUU, que busca no depender de los rusos para el relanzamiento de su carrera espacial.