El 1911 una epidemia azotó la provincia y así lo reflejaron los medios de la época.
Los diarios, como ya lo hemos dicho, son una valiosa fuente de información. El Archivo Histórico de la Provincia de Santa Fe ha digitalizado diarios locales y gracias a esto podemos dar a conocer algunos detalles de la epidemia de viruela en esa provincia, a comienzos del siglo pasado.
El diario “Santa Fe”, en su edición del 13 junio de 1911, daba a conocer bajo el título “Viruela en Rosario” esta noticia: “Ya no se oculta a nadie la noticia poco agradable de haberse desarrollado la viruela en Rosario, con carácter alarmante. Según información que tenemos a la vista dos médicos han sido víctimas del flagelo y los casos se suceden con alarmante continuidad. La asistencia pública y el Consejo de Higiene han tomado urgentes medidas tendientes a evitar la propagación del mal. Convendría por consiguiente que las autoridades de nuestra ciudad tomaran precauciones a fin de evitar el contagio de este vecindario”.
El 5 de julio de ese año, el mismo diario informaba que “felizmente decrece la epidemia de viruela, pues solo un caso nuevo se ha producido en los últimos cinco días. Es verdad que en dos meses han muerto diez personas de viruela, pero también es cierto que en diez y ocho, sólo hemos tenido treinta defunciones en la capital y su ejido. No es para alarmarse pero tampoco para descuidar la vacunación, como no la descuida la asistencia pública. Los anteriores datos emanan de la boca del doctor Parpal, director de la asistencia”.
El doctor Miguel Parpal Ferré era un destacado médico, natural de Santa Fe, donde había nacido el 19 de setiembre de 1858. Las medidas que tomó en su momento al frente de las salud pública local, las pudo materializar aún más cuando ejerció la intendencia municipal, entre 1912 y 1916. Durante esa gestión se construyeron los edificios de la Asistencia Pública y la “Casa de Aislamiento”, actual hospital Iturraspe. Vinculado a la Unión Cívica Radical, fue senador provincial, director del Banco Municipal y tuvo otros varios cargos. Falleció en esa ciudad el 22 de setiembre de 1921.
El 22 de julio de 1911 volvía el “Santa Fe” a referirse al mal bajo el título “La Viruela” y en esos términos: “Trae alarmadas a las autoridades nacionales el desarrollo de la viruela en las provincias, casi todas ellas atacadas del flagelo. En esta ciudad según lo informa el director de la Asistencia Pública, doctor Parpal, desde el 5 de junio hasta la fecha, se han producido cincuenta y seis casos solamente. Aunque la cifra no es absolutamente alarmante, tampoco es para despreocuparse, y en tal sentido es conveniente que el vecindario, ayudado por la repartición sanitaria mencionada, tome sus precauciones para evitar la propagación temida. Entre los sitios más peligrosos para que se produzca el contagio, están las escuelas por la aglomeración de niños procedentes de barrios y condiciones sociales diferentes. Aunque como decimos, los casos de viruela no son para alarmarse, es bueno precaverse de toda forma por lo que pueda suceder”.
El 1º de agosto el mismo medio titulaba: “La viruela en la campaña”, nota en la que informa que “aunque se combate con toda eficacia la epidemia de viruela que se ha desatado en distintos puntos del país, no deja por eso de transmitirse de una a otra población y sí tenemos que en la campaña santafesina ha empezado a hacer víctimas”. Añadía que “en algunas colonias han tenido la buena idea de cerrar las escuelas, medida que necesariamente debe dar buen resultado. El Consejo de Higiene de esta ciudad secundado por la Dirección Sanitaria nacional ha destacado guardias sanitarios para vacunar y tomar todas aquellas medidas conducentes a evitar la propagación de la enfermedad. Los vecindarios, por su parte, no deben descuidar tampoco ninguna medida higiénica, pues si la viruela llegara a permanecer en las zonas rurales hasta el verano podría hacer lamentables perjuicios”.
Sirvan estas líneas para evocar lo que vivieron hace más de un siglo en aquella provincia, mal que lograron superar.
* Historiador. Académico de número y vicepresidente de la Academia Argentina de Artes y Ciencias de la Comunicación