El viaje que se inicia la semana próxima incluye ya visitas a Italia, España y Francia. Solá va a Brasil.
El presidente Alberto Fernández viajará a Francia el 5 de febrero y evalúa sumar Alemania a esa gira europea, que comenzará el 31 de enero en el Vaticano con el encuentro con el papa Francisco e incluirá también España.
En tanto, el canciller Felipe Solá viajará por su parte a Brasil el 12 de febrero con el fin de encauzar la conflictiva relación política con el gobierno de Jair Bolsonaro.
El postergado encuentro entre Fernández y Emmanuel Macron tendrá lugar en París cinco días después de su reunión con el Pontífice argentino.
El primer mandatario había suspendido el viaje que iba a realizar a Francia a finales del año pasado, antes de asumir la presidencia, por cuestiones de agenda, pero mantuvo una extensa conversación telefónica con Macron.
Fuentes diplomáticas y empresarias revelaron que se trabaja para agregar a Alemania a la gira europea. La canciller Angela Merkel es otra líder de escala global que Fernández quiere conocer en su paso por el Viejo Continente.
Por estas horas, el actual presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, comparte con Fernández y otros cuarenta mandatarios de todo el mundo las actividades de recordación del Holocausto judío, en Jerusalén.
Además de contenido político, Fernández quiere darle contenido económico a su eventual paso por Alemania. Empresas de ese país invitaron al entonces presidente electo en noviembre, pero el viaje se canceló finalmente por las mismas razones que el previsto a Francia.
En el Gobierno confirmaron que se “está hablando” de alguna actividad vinculada con empresas alemanas -podría ser alguna automotriz- durante su probable estadía.
Con el desafío de encauzar la relación con Brasil y probar el terreno para una futura reunión entre los presidentes Fernández y Jair Bolsonaro, el canciller Felipe Solá viajará a Brasilia el próximo 12 de febrero para reunirse con su par Ernesto Araújo.
El ministro de Relaciones Exteriores tenía previsto viajar a Brasilia el 31 de enero, invitado por Araújo, pero la gira de Fernández por Europa obligó al funcionario a postergar el encuentro.
Se tratará de la primera reunión de alto nivel para intentar dar vuelta la página de lo que fue un comienzo turbulento para las relaciones bilaterales.
La nula afinidad personal y política entre los mandatarios, que quedaron en evidencia durante la campaña y tras la asunción de Fernández, y las fuertes diferencias frente al futuro del Mercosur pusieron a los gobiernos de los dos países, los mayores del bloque, en veredas opuestas.