La pareja devolverá los tres millones de dólares de los contribuyentes que se gastaron en la renovación de su mansión cerca del castillo de Windsor.
El príncipe Harry y su esposa estadounidense, Meghan Markle, renunciarán a sus funciones en la monarquía británica en marzo y ya no utilizarán el tratamiento de “alteza real”, informó hoy un comunicado del Palacio de Buckingham.
Además, la pareja ya no recibirá fondos públicos después de que se llegara a un acuerdo sobre su renuncia como miembros de la familia real.
Además, la Corona reveló que “el duque y la duquesa de Sussex han compartido su deseo de pagar la parte del presupuesto real que se destinó para la renovación de Frogmore Cottage, que seguirá siendo su hogar familiar en el Reino Unido”.
De este modo, devolverán los tres millones de dólares de los contribuyentes que se gastaron en la renovación de su hogar cerca del castillo de Windsor.
“Harry, Meghan y Archie siempre serán miembros muy queridos de mi familia”, afirmó por su parte la reina Isabel II, refiriéndose al pequeño hijo de la pareja.
“Reconozco los desafíos que han experimentado como resultado del intenso escrutinio en los últimos dos años y apoyo su deseo de una vida más independiente”, añadió en un comunicado reciente.
La reina agregó que estaba “particularmente orgullosa” de que Meghan se hubiera convertido en una miembro de la familia real.
El pasado miércoles, Harry y Meghan anunciaron en su cuenta oficial de Instagram que planeaban dar un paso atrás como miembros de la familia real británica con el fin de “forjarse un nuevo papel” en la institución de forma progresiva y “ser independientes desde el punto de vista financiero”.
En la misma línea, señalaron que su decisión les permitiría centrarse en su hijo y en la creación de una nueva entidad caritativa.
Isabel II afirmó que la familia real apoya el deseo de Meghan y Harry de “crear una nueva vida como una joven familia” y anunció “un período de transición durante el cual los Sussex pasarán tiempo en Canadá y el Reino Unido”.