Una iracunda Lucía Celasco terminó denunciada en la comisaría por amenazas y agresión.

Las salidas de Tequila en Punta del Este suelen tener finales histriónicos -por decirlo de una manera elegante- y quedaron en la historia situaciones épicas de cachetadas y tiradas de mechas con famosos como protagonistas.

El 31 de diciembre siempre arde y los escándalos abundan. Claro que esta vez todo superó los cuentos de antaño ya que las protagonistas fueron nada más y nada menos que la hija y la nieta de Susana Giménez.

Todo comenzó alrededor de las 3 de la mañana del 1º, cuando una madre intentó sacar la camioneta de su casa para buscar a su hijo adolescente que salía de una previa y luego iría a la famosa fiesta llamada Box. La casa, justo enfrente de la disco, estaba tapada de autos y ella sólo contaba con centímetros para maniobrar y salir de su garage.

El escándalo comenzó cuando la mujer, ya en el auto y muy exigida para maniobrar, fue atacada a los gritos por una joven. “No me llegues a tocar el auto, negra de mierda, porque te mato”, lanzó con iracundia. En ese instante llegó la pareja de la mujer que alquilaba la casa intentando calmar la situación. En vano, porque ante la primera frase, Lucía Celasco le dio una cachetada en el oído, tirándolo sobre el capó.

En ese momento se sumó la seguridad de Tequila y, mágicamente, aparecieron Mercedes Sarrabayrouse y su novio, Joe Miranda. Lejos de consensuar o reparar la situación, comenzaron los piedrazos a la casa ya que los damnificados entraron para evitar más agresiones.

El episodio terminó en la comisaría de La Barra. Gimena Binaghi y Marcelo Parra Morón denunciaron agresiones físicas, verbales y amenazas hacia ellos y su hijo de 17 años quien, cuando llegó por sus propios medios al lugar del escándalo, también fue maltratado e insultado con frases discriminatorias y homofóbicas.