El Supremo Tribunal Federal ayer falló que es inconstitucional que una persona permanezca en prisión tras una pena en segunda instancia cuando aún tiene pendientes varios recursos judiciales, como es el caso del expresidente.
La Justicia de Brasil liberó hoy al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), al aceptar el pedido del la defensa legal del exmandatario tras la sentencia del Supremo Tribunal Federal (STF), que ayer jueves votó en contra de la prisión de una persona en segunda instancia.
De esta manera, luego de completar los pasos formales de la liberación autorizada por el juez Danilo Pereira Jr., Lula recuperó su libertad después de 580 días.
“Después de hablar con Lula este viernes, presentaremos al Tribunal de Ejecución una solicitud para su liberación inmediata basada en el resultado de esta sentencia del STF”, habían adelantado sus abogados en un comunicado.
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— Lula (@LulaOficial) November 8, 2019
Los letrados explicaron que la sentencia de este jueves “refuerza que el expresidente Lula ha estado encarcelado durante 579 días de manera injusta e inconsistente con la ley”.
El pedido se concretó después de la reunión que mantuvieron esta mañana con el expresidente en la sede de la superintendencia de la Policía Federal en Curitiba, donde está preso desde abril de 2018.
En una sesión de varias horas, que necesitó del voto definitivo del presidente del Tribunal, José Dias Toffoli, la máxima instancia judicial de Brasil consideró inconstitucional que una persona permanezca en prisión tras una pena en segunda instancia cuando aún tiene pendientes varios recursos judiciales, como es el caso de Lula y de otros 4.900 encarcelados.
El caso. Para los seis magistrados que votaron en contra de la ejecución anticipada de la pena, la medida viola la presunción de inocencia.
El exmandatario brasileño cumple una pena de 8 años y 10 meses de prisión por lavado de dinero y corrupción pasiva en el marco de la “Lava Jato”. El antiguo líder sindical ya fue condenado por el STJ pero aún le quedan recursos pendientes.
Lula fue condenado también a doce años y 11 meses de cárcel por corrupción y lavado de dinero en la reforma de una casa en Atibaia, Sao Paulo, pero la condena no está confirmada en segunda instancia.
Además, tiene por lo menos otros seis procesos abiertos ante la Justicia de su país.
Lula siempre ha negado las acusaciones y alega que es víctima de una conspiración para impedir que se presentara a las elecciones presidenciales de octubre de 2018, para las que era favorito en todas las encuestas.